MASIVA PROTESTA DE INMIGRANTES EN ESTADOS UNIDOS
Más de 200.000 personas se congregaron en el centro de Los Angeles para pedir amnistía a todos los inmigrantes ilegales y protestar contra el “racismo” de una reforma migratoria en Estados Unidos, que se debate en el Congreso.
Decenas de agrupaciones pro inmigrantes, especialmente de la comunidad hispana en el sur de California, protestaron así contra la reforma que podría afectar a millones de trabajadores latinoamericanos.
“Al menos 200.000 personas” asisten a la manifestación, dijo un oficial de la policía de los Angeles.
“Tenemos que impedir la aprobación de una reforma antiinmigrante, reclamar una reforma migratoria humana y justa, sin racismo”, dijo Javier Rodríguez, portavoz de la Coalición 25 de Marzo, organizadora de “la marcha de protesta hispana más grande en la historia del país”.
Uno de los aspectos nuevos de la protesta es que no “son sólo grupos hispanos por su origen, sino agremiaciones de todas partes: campesinas, religiosas, obreras y estudiantes”, explicó Andrés Jiménez, director general del Centro de Investigación de Políticas Públicas de la Universidad de California.
Para Jiménez el hecho de que “los jóvenes hayan salido espontáneamente de las aulas en Los Angeles ayer (más de de 2000 según la policía) es que esta ley, tremendamente restrictiva para los inmigrantes, presenta una preocupación por el futuro de millones de inmigrantes que se ven rechazados por leyes que son más que todo medidas policiales contra ellos”.
La ley. Las masivas convocatorias, que han tenido lugar los últimos días en distintas localidades del país, intentan impedir que se vote la Ley Antiinmigrantes Sensenbrenner HR 4437.
Esa legislación es apoyada por la línea dura de los republicanos favorables a un endurecimiento de los controles fronterizos y penas más fuertes para quienes empleen inmigrantes ilegales y que se empezará a debatir en Washington la semana próxima.
El presidente George W. Bush encabeza el grupo de líderes políticos que pregonan la necesidad de crear un programa de trabajadores temporarios, una reforma “amplia” que aliente a los cerca de 12 millones de indocumentados a salir de las sombras, pero se niega a cualquier tipo de amnistía general para establecer una situación legal a estos trabajadores.
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