Messi selló la renovación con Barcelona hasta 2021
El rosarino selló la renovación, que incluye una cláusula de rescisión de 700 millones de euros.
Hizo feliz una vez más a todo Barcelona. Esta vez no marcó ningún gol especial. Pero al firmar ayer la renovación hasta 2021 es como que además Leo Messi le juró oficialmente amor eterno a la imponente ciudad mediterránea y cosmopolita que integra en su trazado urbano restos romanos, barrios medievales y los más bellos ejemplos del modernismo y las vanguardias del siglo XX. Ahora sí se puede afirmarse que al crack prácticamente lo une al culé un lazo de sangre. Porque la región catalana anidó a la Pulga a los 13 años, cuando debió emigrar de su Rosario natal en pos de lograr el crecimiento personal y deportivo que tantos capítulos generó desde entonces. “Estoy feliz de continuar en mi casa”, deslizó el capitán del seleccionado nacional, quien en el nuevo vínculo quedó pactada una cláusula de rescisión de 700 millones de dólares.
Se venía hablando mucho de la posible extensión de contrato. Sobre todo luego de la sorprendente partida del astro brasileño Neymar a Paris Saint Germain, a cambio de 222 millones de euros en el último mercado. Fue entonces que las luces de alarma se posicionaron sobre la figura de uno de sus mayores emblemas y orgullo.
Ningún directivo de la prestigiosa entidad azulgrana estaba dispuesto a poner la cabeza ante la seria amenaza de que Messi pudiera continuar su carrera en otras latitudes ante los sondeos por parte de varios clubes que destinan petrodólares. De hecho, Ovación puede dar fe de que Manchester City estuvo cerca de llevarse al emblema nacional hace unos años.
Y ante la chance de perder a uno de sus niños mimados, la dirigencia culé fue direccionando las correspondientes documentaciones para que llegaran a buen puerto. De hecho, el presidente Bartomeu explicó ayer mismo que el vínculo en realidad ya “había sido firmado por el padre (Leo) y agente del jugador, que contaba con poderes para ello, y que la firma protocolaria era sólo una cuestión de agenda”.
Leo se mostró feliz en todo momento. Posó para las fotos con esa alegría que derrocha a la hora de llevar una pelota bajo su fina y mágica suela izquierda. Es como que le agregó un eslabón de felicidad a su prolongada estadía.
Porque la historia indica que el fenómeno rosarino llegó a la Masía en 2000, proveniente de Newell’s. Por entonces tenía tan sólo 13 años. Era una pulga literal por su estatura. De piernas flaquitas pero con todo el sueño de llegar a primera a flor de piel sin importar que en un momento tuvo que despegarse de su familia y aprender a vivir sin ellos diariamente.
A partir de entonces, su rica foja indica que progresó de manera incesante por todas las categorías de la Masía. Claro que antes de pegar el salto al primer equipo, pasó con gloria por el infantil A, Cadete B, Cadete A, Juvenil A y Barsa C y B. Y con sólo 16 años debutó en un amistoso ante Oporto. Fue en 2004, aunque fue la temporada siguiente cuando debutó oficialmente frente Espanyol, en Montjuic.
Desde entonces siguió creciendo sin cesar. Incluso tomó más protagonismo con el paso de las temporadas hasta convertirse en el mejor de la historia. Cuenta en su haber con cientos de goles, 30 títulos, todo tipos de records y premios individuales y colectivos.
En la actualidad tiene 30 años. Suma 13 temporadas en el primer equipo culé. Y con su renovación, como mínimo llegará a las 17. “Estoy feliz de continuar en mi casa. Siempre he querido hacer mi carrera aquí y mi sueño era acabar en el Barsa y vamos en camino”, remarcó ayer un sonriente Leo, quien sabe en su interior que luego de 2021 puede volver a lo que es también su amor: Newell’s.
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