MOSCÚ: SUMAN 24 LOS MUERTOS POR EL DERRUMBE EN UN PARQUE ACUÁTICO
El número de personas fallecidas al hundirse en la tarde del sábado la cúpula de hormigón y cristal del parque acuático de Moscú ascendió a 24 y el de heridos a 110, informó hoy el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso.
En la última hora fueron recuperados los cuerpos de otras dos personas de entre las ruinas en que quedó convertido el Transvaal Park de Moscú cuando en la tarde de ayer se hundió la cúpula de hormigón, acero y cristal situada sobre una zona de piscinas.
Otra persona falleció en uno de los hospitales a donde fueron trasladados los heridos, indicó el ministro de Situaciones de Emergencia, Serguéi Shoigu.
El ministro añadió que al menos 17 personas podrían estar aún sepultadas bajo los escombros de la inmensa cúpula que se vino abajo.
Los equipos de rescate siguen buscando esas posibles víctimas entre los hierros y amasijo de este parque situado en el suroeste de Moscú, uno de los más modernos de Europa con cerca de 20.000 metros cuadrados de superficie.
Cerca de 5.000 metros cuadrados de la cúpula se hundieron a las 19.20 hora local (16.20 GMT) de ayer cuando en todo el recinto había más de 800 personas que disfrutaban del fin de semana.
En el lugar del complejo donde se desplomó la cúpula había unas 400 personas, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, aunque en su mayor parte tuvieron tiempo para escapar a la tragedia.
Según explicó Iliá Lezhava, vicedirector del Instituto de Arquitectura de Moscú, “algunas secciones del techo del complejo pudieron haber cedido ante el peso de la nieve acumulada en los últimos días”.
Sin embargo, el alcalde Moscú, Yuri Luzhkov, quien asistió toda la noche a las tareas de rescate en el Aquqpark, manifestó sus dudas de que haya sido la nieve la responsable del accidente y atribuyó el mismo a fallos en la estructura del complejo, por lo que prometió una investigación exhaustiva al respecto.
Luzhkov descartó la posibilidad de que el derrumbe de la cúpula del parque acuático (inaugurado en 2002) hubiera sido provocado por un acto terrorista, versión que circuló en un primer momento después de que testigos del suceso aseguraran que habían oído una explosión segundos antes de que el techo se hundiera.
Fuentes del Ministerio de Situaciones de Emergencia señalaron a la agencia Interfax que debajo de los escombros podrían encontrarse aún más de una decena de personas, aunque añadieron que hay pocas esperanzas de que estén con vida.
En los trabajos de rescate trabajan más de 700 bomberos y socorristas y unos 200 policías; en las inmediaciones del parque, veinte ambulancias y diez equipos de bomberos aguardan ante la eventual retirada de más cuerpos o de personas con vida.
La tragedia
Según el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, la tragedia fue resultado del derrumbe de parte de la cúpula de hormigón, causada por el peso de la gran cantidad de nieve que dejaron las intensas nevadas de los últimos días.
Las instalaciones del “Akuapark”, de una superficie total de casi 20.000 metros, están rodeadas de decenas de ambulancias, autobuses, camiones de bomberos y grúas.
Las nubes de vapor en medio de las luces cruzadas de los potentes proyectores y los destellos multicolores de las luces de neón que quedaron intactas crean un dantesco cuadro, en medio del cual decenas de personas que esperan desesperadas noticias sobre sus parientes.
Entre ellos, siguen muchas de las más de 600 personas que disfrutaban de las instalaciones del enorme parque acuático a las 19.20 local (16.20 GMT), cuando se produjo el derrumbe.
Relatan cómo salían descalzos por el piso cubierto de vidrio y de sangre, como se vieron en la calle, en bañador a 17 grados bajo cero, que hubo niños totalmente desnudos llorando y llamando a sus padres.
“El derrumbe fue grabado por las cámaras de vídeo, que dejan ver cómo se plegó la cúpula, y ya sabemos con toda evidencia que lo ocurrido no fue un atentado terrorista”, declaró el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, quien acudió al lugar de la tragedia.
Aún así, en el lugar “trabajan grupos del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB)”, indicó.
Pero después del atentado suicida en el metro de Moscú con un saldo de decenas de muertos, casi nadie de los congregados cree en las afirmaciones de las autoridades de que el derrumbe se produjo a causa de la gran cantidad de nieve acumulada por las nevadas de los últimos días.
Testigos de la tragedia afirman haber escuchado “un sonido parecido a una explosión” antes de que cayera la cúpula sobre la piscina infantil del parque acuático.
“Poco antes de que se produjera el derrumbe escuchamos un fuerte estallido en una de las saunas”, relató una de las sobrevivientes.
Otra mujer, que busca a su hija de 11 años que estaba en un cumpleaños que se celebraba en una de las cafeterías, grita entre sollozos que no quiere vivir más en Moscú.
“Me iría a cualquier parte, al pueblo más perdido, para no seguir en esta maldita ciudad donde te secuestran en el teatro, te vuelan en viviendas, en la calle, en el metro y hasta en la piscina”, exclamaba.
Otros recuerdan que el derrumbe se produjo un viernes y en vísperas de San Valentín, “momento idóneo para los terroristas”, y otros que casi al lado se encuentra la sede del servicio de espionaje ruso.
Pero la Fiscalía ya instruyó causa por “homicidio involuntario a causa de incumplimiento del deber profesional”, que prevé castigos de hasta siete años de prisión.
El primer parque acuático de Moscú, inaugurado en 2002, fue proyectado por un equipo ruso que ganó en concurso y edificado por una empresa constructora turca.
Sus instalaciones, además de piscinas, rodeadas de rocas y vegetación tropical, incluyen todo un conjunto de saunas, baños griegos y orientales, así como un bouling de 12 pistas y varios restaurantes y comercios
Este contenido no está abierto a comentarios