MURIÓ UN JOVEN QUE HABÍA SIDO ATACADO EN UNA DISCO DE POSADAS
El joven de 22 años que había recibido el sábado pasado un fuerte golpe en la cabeza, en el interior de un boliche bailable de Posadas, murió esta madrugada en el hospital que estaba internado, según informó hoy la policía provincial.
La víctima fue identificada como Iván Nercol, y su deceso se produjo luego de que los médicos le habían diagnosticado muerte cerebral.
Nercol, un estudiante de Ciencias Económicas, fue encontrado ayer, alrededor de las 5.45 tirado en el pasillo de salida del Complejo Power, ubicado en la zona céntrica de la ciudad.
Los empleados del local que lo auxiliaron le dijeron a los investigadores que el muchacho no alcanzó a contarles qué había sucedido porque se desvaneció e inmediatamente fue llevado al Hospital “Doctor Ramón Madariaga”.
Los médicos de ese centro asistencial establecieron que presentaba lesiones graves en la zona de la cabeza y en horas de la mañana lo derivaron a un sanatorio, donde se determinó que su cuadro era irreversible.
Nercol, que residía en Garupá, una localidad ubicada a unos quince kilómetros de la zona céntrica de Posadas, había ido al boliche con varios amigos. El grupo salió un rato antes del local nocturno y recién se enteraron de la agresión a media mañana, cuando la Policía los fue a buscar para que declararan como testigos.
Los jóvenes dijeron que durante la noche la víctima no había mantenido ningún altercado con otras personas y tampoco había bebido en exceso.
Voceros policiales indicaron que además de varios hematomas en el rostro, Nercol tenía una herida punzo-cortante en la región occipital y en los nudillos de una de sus manos, lo cual hace suponer que alcanzó a pegarle un puñetazo a quien lo atacó.
Los investigadores reconocieron anoche que todavía no habían logrado establecer qué sucedió en el boliche. Es que los empleados de seguridad se colocan en la entrada al pasillo y desde allí no alcanzan a ver el último tramo, que da a la calle.
Esta es la segunda víctima que se cobra la noche posadeña en los últimos años. Francisco Javier “Pincha” Centeno, de 17 años, murió el 21 de septiembre de 2002, horas después de ser atacado a golpes a la salida de un boliche. La Justicia nunca halló a los culpables.
Esto llevó a las autoridades municipales a sancionar un Código de Nocturnidad que restringe la venta de bebidas alcohólicas, incluso para los mayores, y obliga a los boliches y pubs a cerrar sus puertas a las 6, además de no permitir el acceso a personas menores de 18 años.
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