"NOSOTROS ESTAMOS MÁS ACOSTUMBRADOS A PENSAR EN EL PROBLEMA A RESOLVER"
Recientemente designado secretario de Ciencia y Tecnología de la Universidad Tecnológica Nacional, el decano de la regional Santa Fe, Ricardo Scholtus, dice que es un reconocimiento “hacia la tarea de la facultad y a la mía como decano, donde estoy desde hace mucho tiempo”. Enfatiza la trascendencia que tendrá para Santa Fe el manejo del área desde la ciudad, con “una marcada relación con las capacidades que la universidad tiene en sus distintas facultades.
“Uno de los ejes que quiero impulsar es que ciencia y tecnología no se hacen desde Sarmiento 440 donde está el Rectorado, sino desde la Facultad”, enfatiza y asegura que “los problemas que se viven en el país se solucionan con gente que haga negocios. Por eso, nosotros, desde la Universidad tenemos que estimularlos y apoyarlos para que se organicen y formen empresas.
“Durante mi actividad como decano siempre estuve interesándome en los temas de ciencia y tecnología, haciendo aportes críticos y creo que con esta designación hay un reconocimiento de los resultados. La Facultad tiene un modelo bastante exitoso de gestión en el sector”, explica.
Respecto de los desafíos que enfrentará desde su cargo, Scholtus parte de un diagnóstico que indica una fuerte heterogeneidad entre facultades, las cuales no están todas en el mismo nivel: “Esto tiene que ver con una edad y con un proceso de gestación de la unidad académica. La creación de una unidad académica responde a la demanda de formación de técnicos, profesionales, de gente que se prepara para trabajar en la región, que se convierte en una salida para sus habitantes. Se busca la formación de profesionales”.
Dos modelos
Para Scholtus, en el país existen dos modelos de universidad: uno, las que fabrican profesionales, y otro, el de las que están más en contacto con los problemas del país y sus necesidades de desarrollo.
“Uno de los modelos que siempre se menciona es el del Invap, una empresa de la provincia de Río Negro que nace desarrollando conocimientos tecnológicos o tecnología a medida, transfiere proyectos y tecnologías y, además, vive de ello. Produce conocimientos que interesan a alguien y tiene la capacidad de competir en el máximo nivel internacional. Esta gente se encuentra en el primer nivel mundial, pensando a quién le sirve lo que producen, porque de eso viven”, explica.
En Santa Fe, para Scholtus, existe una marcada presencia de los institutos del Conicet, compartidos con la UNL, como el Ceride o el Parque Tecnológico, donde hay una impronta, que viene del lado del Conicet, de reclutar a “becarios futuros investigadores pensando en una dedicación exclusiva a la investigación, a los que les generan una orientación relacionada con el estímulo a la capacidad de producir proyectos originales, que se puedan publicar en una revista con prestigio internacional.
“Con el máximo respeto por lo que es este tipo de investigaciones, creemos que no es el único modo de hacer ciencia y tecnología, ni el que garantiza niveles de calidad. Nosotros estamos más acostumbrados a pensar en el problema a resolver porque, si alguien hace una investigación del máximo nivel, está pensando para qué puede servir y no sólo para publicar en una revista que dé mérito para ascender un escalafón de investigador”, enfatiza.
Según el decano de la UTN, institutos como el Conicet “no están dedicados a formar ingenieros, sino a generar conocimientos y a transferirlos. Para nosotros, la función ciencia y tecnología va un poco más allá, tiene una función inicial de producir profesionales. Queremos una integración de ciencia y tecnología con el resto de las funciones de la Universidad. Por eso, nos interesa que los estudiantes participen en los proyectos, que los docentes hagan investigación y los investigadores docencia”.
Atentos a la demanda
En la UTN, asegura su responsable, “siempre estamos mirando cuál es la demanda que puede provenir de empresas o de organismos”. De allí los buenos resultados: ahora están muy cerca de cerrar un acuerdo con Vialidad Nacional para proveerlos de técnicos viales. Antes, apoyaron la creación de una empresa de software. Siempre están buscando oportunidades.
En este sentido, Scholtus recuerda que la UTN tiene un programa de becas destinadas a la investigación que se llama Binid, distinto del del Conicet, que está orientado a los jóvenes graduados o a las estudiantes, para iniciarse en las actividades de investigación. Son becas de menor costo que no tienen los requerimientos solicitados por los organismos de ciencia y tecnología, tales como presentar antecedentes de investigación, estar categorizados, con proyectos presentados y aprobados.
“El Conicet es un monstruo que tienen unas estructuras contra las que resulta muy difícil pelear. Desde las ventanas del decanato veo las instalaciones del Parque Tecnológico del Litoral, veo una inversión extraordinaria, como la hay en los institutos del Conicet. Santa Fe tiene como característica una altísima densidad de investigadores por habitantes. Pero, si los mido en términos de productividad, en términos de resultados útiles para la sociedad, para las empresas, creo que tiene bastante camino por recorrer y creo que la explicación de por qué el Parque Tecnológico no está funcionando con todo su potencial es muy difícil de encontrar. Es uno de esos pecados que no nos deberíamos perdonar. Deberíamos preguntarnos por qué no está funcionando a pleno. Me parece que tiene que ver con algunos vicios intrínsecos del sistema”, asegura.
Encuentro
El próximo 5 de abril se reunirán en Santa Fe los secretarios de ciencia y tecnología de todas las regionales de la UTN, con la idea de “apoyarnos entre facultades y convocarnos a trabajar en conjunto para crecer”.
En esta reunión, además, uno de los temas que se va a tratar tiene que ver con el desarrollo de la energía eólica. Hay un conjunto de facultades que está trabajando en conjunto con el centro Regional de Energía Eólica ubicado en Chubut, que va a estar presente en la figura de su director; éste brindará una serie de cursos.
“Energía es una cuestión respecto de la que nosotros creemos que nuestro país tiene que reconocer que, si no se pone a resolverla, vamos a tener que apagar la luz dentro de poco. Nosotros nos acercamos a Enarsa, que es una manera de acercarnos a una empresa con recursos y falta de proyectos, donde podemos desarrollar alternativas al tema y colaborar en la solución del problema”, dice Scholtus.
Este contenido no está abierto a comentarios