Obama deja sin residencia a cubanos que entran a EEUU sin visa
A través de un comunicado, el presidente saliente confirmó que se elimina de inmediato el recurso de “pie mojado, pie seco” que ampara a los balseros que tocan suelo estadounidense. “Los migrantes cubanos serán tratados del mismo modo que los migrantes de otros países”, advirtió.
El gobierno de Barack Obama puso fin a la política de “pie mojado, pie seco”, que otorga estatus de residencia legal a los cubanos que llegan a Estados Unidos sin visa, según un comunicado donde el mandatario explicó que el cambio de política entra en vigor de inmediato.
“Al dar este paso, estamos tratando a los migrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”, expresó Obama en la nota divulgada por la Casa Blanca. “Los cubanos que traten de ingresar al país ilegalmente que no califiquen para alivio humanitario estarán sujetos a remoción, de acuerdo con las leyes y prioridades de Estados Unidos”, agregó.
EEUU y Cuba han pasado varios meses negociando el cambio, incluyendo un acuerdo con La Habana para que permita el regreso de quienes sean rechazados por Washington. Esta medida se produce una semana antes que el presidente Obama deje su cargo y es casi seguramente el último cambio que hará en su vasta reforma a las relaciones con Cuba.
El fin de esta política era un reclamo que mantenía desde hacía mucho tiempo el Gobierno de Cuba para avanzar en la normalización de las relaciones bilaterales que los viejos enemigos comenzaron en diciembre de 2014.
La normativa es una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga autoridad al secretario de Justicia de EEUU para permitir que los cubanos que han entrado en el país, tanto legal como ilegalmente, obtengan la residencia permanente un año después de su llegada.
Aunque sólo el Congreso puede acabar con esa ley, se trata de una legislación que da mucha flexibilidad al secretario de Justicia para aplicarla, por lo que no está claro aún cómo pretende manejar la situación el gobierno de Obama.
Y el cambio se produce solo una semana antes de que Obama ceda el poder el próximo 20 de enero al presidente electo, Donald Trump, quien ha amenazado con poner fin al restablecimiento diplomático iniciado por Obama a menos que el gobierno cubano firme con él “un acuerdo mejor”.
Ese restablecimiento de relaciones se materializó con la reapertura, el 20 de julio de 2015, de embajadas en Washington y La Habana y con la visita a la isla en marzo pasado de Obama, que se convirtió en el primer presidente estadounidense en ejercicio en visitar Cuba en 88 años.
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