“Parecía una guerra” las palabras de una vecina que vivió el enfrentamiento del policía atrincherado

Eran cerca de las 6.30 de la mañana cuando los gritos quebraron la calma del barrio Nueva Esperanza, ciudad de Santa Fe. Una vecina, que prefirió no dar su nombre, relató a El Litoral cómo vivió desde su casa el violento episodio en el que un policía, identificado como César Muga, disparó contra su pareja, retuvo a su hija y luego se atrincheró con un arma en su casa de calle Europa al 8700.

"Estaba durmiendo cuando mi hija me dijo que la otra hija de ellos pedía a los gritos que llamaran una ambulancia", relató la mujer. "Ahí nos dimos cuenta que algo muy feo estaba pasando".

Vecinos al rescate

Mientras algunos llamaban a la policía, otros actuaban sin dudar. "Los vecinos la llevaron a la mujer herida. Ella alcanzó a salir, estaba en la puerta de su casa", recordó la testigo. La víctima había recibido al menos tres disparos de arma de fuego.

"Creo que fue la hija la que empezó a gritar pidiendo ayuda, y ahí fue cuando más gente salió. Él se quedó encerrado solo", dijo.

"Después hizo como diez tiros"

Lo que vino después fue aún más alarmante. "La policía llegó al toque, pero él no quería salir. Le gritaban que se entregara, y ahí fue cuando tiró como diez tiros. Un susto terrible. Todos nos metimos adentro", explicó la vecina.

La tensión se apoderó de todo el barrio. "No podíamos ni salir al patio. Los policías nos decían que nos resguardáramos. Estaban rodeando la manzana".

Un perfil violento

Consultada sobre si ya había habido problemas previos con el agresor, la vecina afirmó: "Sí, dicen que era bastante violento con la familia. Que hacía rato estaba así. Estuvo como diez años sin trabajar, y lo reincorporaron hace dos semanas. Parece que ya tenía antecedentes".

"Estábamos todos durmiendo…"

El testimonio da cuenta del impacto emocional que dejó el episodio en los vecinos de Nueva Esperanza. "Un susto muy grande, muy grande. Era temprano, estábamos todos durmiendo. Y de repente, gritos, disparos, ambulancias, policías, tiros de nuevo. Parecía una guerra", finalizó.

El hecho tuvo su desenlace horas más tarde cuando personal del GOE irrumpió en la vivienda, se escucharon nuevas detonaciones, y el atacante fue reducido con una herida en una pierna. Fue trasladado en una ambulancia al hospital Cullen, donde quedó internado bajo custodia.