PEDIRÁN LA CONCILIACIÓN OBLIGATORIA PARA EVITAR OTRO PARO DE TRANSPORTE EN ROSARIO
El intendente Miguel Lifschitz no descartó ayer recurrir a la conciliación obligatoria para evitar un nuevo paro de colectivos. El anuncio llegó pocas horas antes de la reunión de delegados gremiales de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que se realizará hoy, a las 17, y en la que podría decretarse una nueva medida de fuerza del sector, esta vez por 48 horas para el lunes y martes próximos.
Así, el conflicto aparece cada vez más estancado y nadie avisora por el momento alguna solución. El propio intendente viajó ayer a Buenos Aires con la intención de buscar un subsidio o ayuda nacional que destrabe la situación, pero entrada la noche tuvo que admitir que no había tenido éxito con su gestión. “Conseguir algo para el transporte aquí en Buenos Aires es realmente difícil”, dijo, al tiempo que no descartó pedir la conciliación obligatoria si choferes y empresarios no llegan a un acuerdo y los colectivos vuelven a paralizarse.
“Es una alternativa que estamos analizando”, señaló y remarcó la “necesidad de encausar el conflicto. El paro del transporte es muy negativo para la gente, estamos muy preocupados y tenemos que encontrar una solución”, admitió desde la Capital Federal.
Claro que por el momento la solución no aparece y las partes están lejos de llegar a un consenso. Por un lado, los choferes se mantienen firmes en su reclamo de un 36 por ciento de aumento en el básico de sus salarios y, por el otro, los empresarios admiten que no pueden otorgar esa cifra y sólo ofrecen un 16 por ciento “siempre y cuando se otorgue un aumento de tarifa”.
DENTRO DEL CONCEJO
En ese punto las cosas vuelven a empantanarse. Si bien puertas adentro del Palacio de los Leones la decisión ya está tomada (el boleto se iría a 95 centavos), todavía nadie elevó un estudio de costos al Concejo para que los ediles aprueben un incremento.
¿La demora? El discurso oficial reza que para elevar ese estudio primero tienen que conocer cuánto será el básico de los choferes, por lo que esperan que la UTA y los empresarios arriben a algún acuerdo.
La otra versión, que corre como reguero de pólvora por los pasillos del Palacio Vasallo, asegura que en realidad el estudio de costos aún no ingresó porque el socialismo espera contar con el estratégico voto de la radical Daniela León, y someterla a levantar la mano por una suba del boleto días antes de la interna radical – que se realizará el domingo- podría traerle serias consecuencias electorales a la dirigente milletista.
A este inconveniente, el oficialismo le suma otro: el presidente del cuerpo, Miguel Zamarini, no ve con buenos ojos tener que desempatar cada votación reñida, debido a la paridad de fuerzas entre el oficialismo y la oposición. Ya le sucedió con la prórroga del estacionamiento medido y todo indica que le volverá a suceder con el aumento del boleto.
El arco opositor, en tanto, ya cerró filas y adelantó que no votará un aumento. Así, los hombres de Lifschitz están en una encrucijada. ¿Será otra vez Zamarini quien tendrá que ocupar el centro de la escena y desempatar la votación para aumentar el boleto de colectivos? Por ahora, ningún estudio ingresó al Concejo y las especulaciones siguen creciendo.
EL CONFLICTO
Lo cierto es que el conflicto estaría lejos de solucionarse. Los colectiveros definirán esta tarde cómo continúan su lucha y las fuentes consultadas ayer adelantaron que se lanzaría otro paro, esta vez de 48 horas para el lunes y martes próximo.
“Nosotros no vamos a ceder. Sólo llego a dar un 16 por ciento de aumento y con un boleto a 95 centavos, pero el 36 por ciento no lo voy a firmar”, repitió ayer hasta el cansancio desde la Cámara de Empresarios del Transporte Urbano de Pasajeros (Cetup), Rubén Rodríguez.
El empresario destacó que “en Buenos Aires la UTA firmará la semana próxima un incremento del 16 por ciento y acá no quieren saber nada. Es una locura”.
Ofuscado, remarcó que “en este momento los choferes rosarinos ganan más que los porteños, tienen un básico de 1.765,80 y con el 16 por ciento que ofrecimos nosotros se irían a 2.048,30, pero ellos quieren el 36 por ciento y nosotros no lo podemos dar”, sentenció.
Así las cosas, y con un nuevo paro en ciernes, el municipio ya empezó a analizar la posibilidad de solicitar una conciliación obligatoria que evite volver a la postal de una ciudad sin colectivos.
Pero el tema no es tan fácil. Según explicó ayer el secretario de Trabajo de la provincia, Alberto Gianneschi, si se presenta esa hipotética situación, el área que conduce debería “analizar cuidadosamente si otorga la conciliación. Lo que sucede es que el conflicto surge desde un reclamo salarial, y de acuerdo a las convenciones colectivas de trabajo, quien tendría que actuar sería el Ministerio de Trabajo de la Nación”. No obstante, adelantó que “llegado el caso, se analizará todo cuidadosamente para evitar que si la Secretaría actúa, nadie plantee después la incompatibilidad”.
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