Brutal crimen
Perú: dos sujetos a bordo de una moto mataron a balazos a un chofer de colectivo
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El violento ataque provocó la interrupción del tránsito en Av. Néstor Gambetta en el Callao por parte de transportistas.
El ataque ocurrió cerca del paradero Z, cuando dos sujetos a bordo de una motocicleta dispararon contra el conductor, quien se dirigía a Ventanilla. Esqueche Ningles, de 47 años, falleció en un centro de salud y dejó tres hijos.
Testigos y compañeros señalaron que en esa zona han fallecido al menos tres choferes en circunstancias similares, generando temor y alerta en la comunidad. Durante la protesta, los transportistas también reportaron haber recibido mensajes extorsivos que exigían pagos para evitar nuevos ataques contra conductores de rutas entre Ventanilla y Lima. Las exigencias de estas bandas alcanzarían los diez soles por unidad en Lima y cinco soles en el Callao.
La manifestación paralizó el servicio de transporte público en ese corredor, con bloqueos desde el paradero Santa Fe hasta la zona de Zeta gas. Los choferes obligaron a los pasajeros a descender de los vehículos en medio del corte total de vías. El bloqueo es custodiado por efectivos de la Policía Nacional del Perú, que permanecen vigilando la zona, mientras continúan las investigaciones sobre el asesinato y los actos denunciados por los conductores. Los transportistas han anunciado que la medida continuará hasta obtener respuestas.
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Un grupo de transportistas puso en marcha la radical medida para reclamar por seguridad
La muerte de un chofer de transporte público a causa de la extorsión criminal detonó una protesta de transportistas en los alrededores del paradero Santa Fe, ubicado en Ventanilla, donde se produjeron bloqueos de vías y un enfrentamiento con la Policía Nacional del Perú (PNP). El incidente encendió la alarma sobre la seguridad de los trabajadores de transporte público.
El nuevo ataque a un conductor, ocurrido en el contexto de la ola de violencia y extorsión que afecta a Lima y Callao, generó la reacción inmediata de sus compañeros. Los transportistas organizaron un operativo para impedir el paso de cústers y colectivos en las calles aledañas al paradero Santa Fe, desembarcando a los pasajeros y bloqueando el flujo vehicular. Con esta medida, buscaban evidenciar la gravedad de la situación de inseguridad que, según ellos, pone en riesgo la vida de quienes trabajan en el transporte público.
Ante la interrupción del tránsito, agentes de la PNP intervinieron en el lugar para restaurar la circulación, lo que derivó en un enfrentamiento directo con los manifestantes. Las protestas se intensificaron cuando integrantes del gremio de transportistas reclamaron “Apóyanos, podrías ser uno de nosotros” a un chofer que intentaba continuar su trayecto. La protesta buscaba el respaldo de los demás trabajadores y de la ciudadanía para demandar una respuesta efectiva de las autoridades ante la crisis de inseguridad.
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Durante la jornada, se reportaron momentos de tensión y actos de forcejeo entre manifestantes y personal policial. La intervención de la PNP tuvo como objetivo restaurar el libre tránsito y prevenir que la protesta escalara en violencia. No se informó oficialmente sobre heridos o detenidos, aunque el ambiente permaneció tenso y bajo resguardo policial.
De acuerdo con los transportistas, la inseguridad en la zona ha crecido en los últimos meses. En los testimonios recogidos, los choferes relataron episodios recientes de amenazas, extorsión y ataques armados, solicitando acciones inmediatas. Uno de los manifestantes señaló: “Venimos a trabajar con miedo, no sabemos si regresaremos a casa”.
La protesta y el enfrentamiento reflejan la creciente presión del gremio de transportistas para que el Estado actúe ante los hechos violentos asociados a las mafias que operan en el área. Mientras tanto, la población que transita por Ventanilla resultó afectada por las demoras y el desconcierto generado por los bloqueos y la intervención policial.

