PIDEN EL CIERRE DE UN BOLICHE EN ROSARIO
“Seguían bailando sobre la sangre de mi hermano”, aseguró Yolanda, la hermana de Pablo Carabajal, de 16 años, quien fue asesinado durante la madrugada del 25 de diciembre en el boliche La Diosa, luego de que le atravesaran la garganta con un destornillador esmerilado. Yolanda, junto a unos 150 amigos y familiares, se manifestaron anteanoche en la puerta de la discoteca para protestar por la muerte de Pablo y se toparon con que el boliche estaba abierto, ya que estaba previsto que actuara –según indicó– el grupo Kali. Esto provocó mucho fastidio entre los familiares y amigos de Pablo Carabajal, que realizaron varias pintadas en las paredes y la vereda del local y cortaron la calle, donde encendieron cubiertas de auto y provocaron un barullo bastante grande en el barrio. Pero los familiares y amigos de “Pablito” adelantaron que van a seguir con su reclamo de justicia. Ayer un grupo de vecinos, amigos y familiares se había reunido en la casa donde vive la familia Carabajal. Allí, con fotocopias de un retrato ampliado de la cara de Pablo, esgrimían cada uno su bronca por la muerte del pibe de 16 años.
Por Génova al 7900 desfilaban diferentes vecinos del barrio, aquellos a los que el asesinato le había provocado una gran tristeza y otros que descargaban su rabia por “la injusticia de la muerte del chico”.
Yolanda, una de las hermanas de Pablo, iba y venía sin parar. Hablaba con los chicos que habían estado la noche del 25 en La Diosa. Les preguntaba detalles del hecho y a su vez se los transmitía a los medios. Su indignación apuntó directo a la responsabilidad que tuvieron los dueños del boliche, por no controlar que un menor haya ingresado –según señaló– con un arma al local. Y también se preguntaba por qué “los empleados y los agentes de seguridad de La Diosa dejaron a Pablo tirado más de media hora en el suelo desangrándose”.
“A pesar de que estaba muy herido, tirado en el piso, lleno de sangre, un agente de seguridad lo arrastró dándole patadas hasta la vereda, donde lo dejaron tirado más de media hora. Estuvo tirado hasta las dos de la mañana”, aseguró Yolanda.
Además, la mujer responsabilizó a los dueños del boliche por “dificultar la investigación”, ya que “cuando llegó la policía no había rastro de nada. Habían limpiado toda la sangre para que la gente siguiera bailando, y aunque es increíble, la joda siguió como si no hubiera pasado nada”, apuntó.
Una militante del Movimiento de Derechos Humanos del barrio sostuvo que Pablo “era un chico terrible, como son todos los de su edad, pero tenía un corazón enorme y eran un pibe comprometido con el barrio, porque trabajaba en la huerta Esfuerzo y colaboraba con un centro Crecer”.
El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos le suministró a la familia un abogado para que los pueda asesorar en el caso que siguen dos juzgados: el de Menores de Jorge Cartele y el de Instrucción 12ª de Mónica Lamperti. En la causa intervienen dos juzgados porque uno de los dos hermanos imputados por el crimen es menor de edad.
En tanto, ayer en Tribunales, el menor declaró en el juzgado a cargo de Cartelle, aunque se desconoce cuál fue su testimonio. Mientras, su hermano se abstuvo de prestar su testimonio ante la jueza Lamperti porque no estaba su abogado, así que se espera que hoy o mañana declare ante la Justicia.
LO MATAN A GOLPES
Un joven de 26 años murió el domingo por la noche, luego de ser atacado a golpes durante una pelea callejera en la zona oeste.
El hecho ocurrió cerca de las 23 del domingo, cuando Miguel Ángel Suloaga iba caminando por calle Pascual Rosas. Al llegar a la esquina de Riobamba, se encontró con su hermano, quien estaba discutiendo con otro muchacho. Aparentemente, el joven intercedió en la pelea y logró evitar que la misma pasara a mayores, comentó un vocero policial.
Media hora más tarde, Suloaga salió de su vivienda con el objeto de comprar hielo, y a los pocos metros fue interceptado por el menor con el que se había encontrado un rato antes, quien estaba acompañado por otras dos personas.Ahí se produjo primero una pelea verbal, pero rápidamente el menor y sus dos compañeros comenzaron a pegarle a Suloaga.
Cerca de las 23.30, un llamado telefónico anónimo en la seccional 13ª daba cuenta de la pelea, por lo que varios móviles se acercaron hasta el lugar.
Cuando llegaron, hallaron el cuerpo de Suloaga tirado en el piso, ya sin vida, en la intersección de Pasaje Racedo y Pascual Rosas. El cuerpo presentaba múltiples hematomas y un golpe en la base del cráneo, confió un vocero. El cadáver fue llevado al Instituto Médico Legal, donde anoche le practicaban la autopsia.Anoche, el menor que supuestamente participó de la pelea fue detenido, en tanto se continúa en la búsqueda de las otras dos personas.
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