Prohíben la venta de algunos pescados
En la pasada sesión, el Concejo Municipal aprobó un proyecto que ordena la suspensión, bajo cualquier modalidad, de la comercialización de pescados de las especies Dorado, Manguruyú y Pacú, y de aquellas cuyas tallas mínimas sean inferiores a las establecidas en la norma.
En ese sentido, la medida expresa que durante los períodos de veda para la pesca comercial o deportiva, queda prohibida la comercialización “a cualquier título” de ejemplares de dichas especies.
Sin embargo, la iniciativa impulsada por la concejala del Frente Progresista, Fanny Jara exceptúa del cumplimiento de la norma a los productos de la acuicultura provenientes de criaderos habilitados.
Las medidas mínimas establecidas para la venta, según la especie son: armado gallego: 40 centímetros; armado chancho: 45 cm; bagre amarillo: 30 cm; moncholo: 35 cm; boga 42 cm; mandubé: 35 cm, mandubé cucharón: 40 cm; patí: 45 cm, pejerrey: 20 cm, sábalo: 42 cm, salmón: 45 cm, anchoa de río: 15 cm; surubí atigrado: 78 cm; tararira: 45 cm.
A los efectos de lograr la mayor difusión posible de lo dispuesto, el gobierno municipal deberá encarar una campaña informativa bajo el lema “Protejamos entre todos el recurso ictícola. No compre ni consuma pescado fuera de medida”. En la folletería se incluirá el listado de las medidas mínimas permitidas para la captura, circulación, venta y consumo de pescado, y tendrá que ser distribuida en restaurantes, comedores, breserías y todo aquel local que tenga como actividad la comercialización de pescados. Esos locales tienen la obligación de exhibir en la carta el lema y las medidas permitidas.
De lo contrario, la norma sancionada por los ediles, establece que las multas por incumplir la prohibición de la comercialización pueden ir de los $500 a los $5000, mientras que los locales que no exhiban la folletería distribuida deberán pagar entre $200 y $700.
En tal sentido, se dispuso que la autoridad de aplicación sea la Secretaría de la Producción de la Municipalidad de Santa Fe, en el marco de las facultades y atribuciones que le confiere el Sistema Único de Seguridad Alimentaria, órgano que deberá efectuar, periódicamente, controles destinados a verificar el efectivo cumplimiento de la norma.
En los fundamentos, el proyecto recuerda que a fines del año 2009, el diputado provincial Leonardo Simoniello alertaba a las autoridades en cuanto a la venta de pescados de talla inferior a las establecidas para las distintas especies. El legislador alertaba que dicha situación se daba tanto pescaderías, restaurantes y braserías, como también en supermercados de nuestra ciudad.
“Entendemos que, más allá del poder de policía provincial en cuanto al cumplimiento de la ley de pesca, es importante que las municipalidades tomen cartas en un asunto del cual no pueden ni deben estar ajenas, como es la protección de nuestro recurso ictícola”, resaltó Jara.
La edil oficialista indicó que “no es una cuestión antojadiza el hecho de que una ley provincial haya establecido medidas mínimas en cuanto a su talla para la extracción de algunas especies que habitan nuestros ríos y que se intentan proteger” y destacó que “las mismas surgen de estudios científicos en los que participan especialistas”.
Asimismo, aseguró que “no es raro encontrar que se comercialicen surubíes de medida inferior a la permitida”, a la vez que advirtió que una de las especies que es ostensiblemente castigada es la boga. Para esta especie, la longitud mínima establecida es de 42 cm, igual que para el sábalo. “La realidad muestra una vulneración grosera a dicha medida, ya que se comercializan Bogas de alrededor de 30, 32, 33 cm.”, dijo la edil.
Por último, Jara resaltó la importancia de que “el Estado avance activamente en la toma de conciencia de la sociedad en cuanto a la necesidad de respetar las disposiciones vigentes que procuran salvaguardar la sustentabilidad del recurso ictícola”.
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