Puigdemont no volverá para declarar ante la justicia

Había sido citado hoy por la fiscalía. Está en Bélgica.
Carles Puigdemont se presentó ante el mundo el viernes como el presidente de la nueva república catalana. Menos de una semana después se dispone a convertirse en un prófugo de la justicia, refugiado en Bélgica y dispuesto a plantear un litigio internacional para no terminar en una cárcel española.
En un comunicado emitido anoche, el líder separatista confirmó que no asistirá hoy a declarar en Madrid ante la Audiencia Nacional como acusado de rebelión, sedición y malversación por la proclamación de la independencia que promovió la semana pasada.
“Este proceso carece de fundamento jurídico. Es un juicio político que sólo pretende castigar ideas”, señaló, a la vez que denunció que podrían imponerle “penas desproporcionadas” equivalentes a las del asesinato o el terrorismo.
El faltazo derivará en la casi segura emisión de una orden europea de detención y un posterior proceso de extradición. “La idea por ahora es esperar y ver la reacción de España”, había anticipado horas antes el abogado Paul Bekaert, un especialista en litigar contra pedidos de extradición en los tribunales belgas, donde defendió en el pasado a terroristas de ETA.
El ex presidente regional tiene cita hoy, a las 9, ante la jueza Carmen Lamela, que convocó también a los 13 ex consellers (ministros) destituidos el viernes por el gobierno de Mariano Rajoy cuando intervino las instituciones catalanas.
En el comunicado que firma en nombre del “legítimo gobierno de la Generalitat”, Puigdemont confirma que tampoco asistirán a declarar otros cuatro integrantes del que era su gabinete y que lo acompañan en Bélgica. Se trata de Meritxell Borràs (Gobernación), Antoni Comín (Salud), Clara Ponsatí (Educación) y Meritxell Serret (Agricultura).
Sostiene que no pretenden “eludir la acción de la justicia”, sino “denunciar la falta de garantías” del sistema judicial español. “Afrontamos las penas de prisión como una denuncia de la situación que vive la democracia y como un grito a favor de la libertad de nuestro pueblo”.
En cambio, el depuesto vicepresidente Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), confirmó que irá a la indagatoria. Según las encuestas, es el dirigente con mayor intención de voto para las elecciones convocadas por Rajoy para el 21 de diciembre. Pero podría terminar preso.
Lo mismo harán la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, y otros diputados que están acusados por los mismos delitos ante el Tribunal Supremo, donde se investiga a los funcionarios que mantienen los fueros.
El peligro de cárcel es real. Fuentes judiciales señalaban ayer que el Ministerio Público contempla solicitar prisión preventiva para todos los acusados.
La actitud del ex presidente de atrincherarse en el exterior alimenta uno de los argumentos centrales para dictar una medida grave como esa: el riesgo de fuga. Bekaert le recomendó quedarse en Bélgica.
Bélgica es el único país de la Unión Europea (UE) cuyo sistema judicial -en extremo garantista- no da curso automático a los pedidos de detención y extradición provenientes de otro Estado comunitario.
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