Puigdemont volverá a España si gana los comicios
Se mostró confiado en que si resulta vencedor el próximo 21 de diciembre “pesen más los votos que las esposas”, en referencia a un eventual arresto.
El presidente catalán depuesto, Carles Puigdemont, se comprometió ayer a regresar a Cataluña si gana las elecciones del 21 de diciembre, asumiendo el riesgo de ser detenido, aunque confió en que el gobierno español respetará los resultados y permitirá su investidura. “Si el gobierno (español) respeta el resultado, volveremos. Si la voluntad del pueblo de Cataluña es que sea investido «president», yo estaré en Palau”, aseguró Puigdemont en una videoconferencia desde Bruselas organizada por la Agencia Catalana de Noticias (ANC). Tanto Puigdemont como sus 13 ex consejeros (ministros regionales) están imputados por rebelión, sedición y malversación, delitos castigados con hasta 30 años de cárcel. “Qué pesa más? Las esposas o los votos? En una democracia, los votos”, añadió el presidente cesado por el Ejecutivo español de Mariano Rajoy. En todo caso, Puigdemont, quien intenta marcar la agenda de la campaña electoral desde su “exilio” en Bélgica, remarcó que “vale la pena correr el riesgo de ser detenido”, si las mismas ideas que lo llevan a la prisión son las que lo catapultan a la presidencia.
Delitos de rebelión
El líder secesionista evitó la detención al desplazarse a Bruselas a fines de octubre junto con otros cuatro ex miembros de su gobierno, tras su destitución y la convocatoria a comicios anticipados por parte del Ejecutivo español en el marco de su intervención para abortar la secesión regional. Luego, la Justicia española imputó a todo su gobierno por delitos de rebelión, sedición y malversación, por haber intentado llevar a Cataluña a la secesión vulnerando las leyes españolas.
Pese al intento de secesión fallido, Puigdemont se presenta a las elecciones al frente de la lista Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña), con la que pretende recuperar el cargo del que dice haber sido destituido “ilegítimamente”. Coincidiendo con el inicio de la campaña electoral, el juez que lo investiga retiró la orden internacional de detención en su contra, aunque si pisa suelo español Puigdemont será llevado ante la Justicia.
Sin embargo, en el caso de que venzan los independentistas, el dirigente catalán exige que se ponga fin a la intervención de la región, con una retirada del artículo 155 de la Constitución, que se permita su investidura y que se ponga fin a las causas judiciales contra los miembros de su gobierno y el resto de líderes secesionistas.
Según Puigdemont, los votos de los catalanes partidarios de la secesión deberían ser suficientes para “forzar al gobierno español a respetar su voluntad”. Además, consideró “evidente” que la investidura “no se puede hacer desde la cárcel ni desde Bruselas”, de ahí que abogó por el cese de la orden de detención en su contra que aún rige en España.
En ese sentido, Puigdemont sugirió que el gobierno español podía forzar la retirada del proceso penal contra los independentistas, dado que es el que “nombra al Fiscal general del Estado”, remarcó. El ex presidente afronta las elecciones del 21 de diciembre como un nuevo “plebiscito”, en el que está en juego el apoyo a su gobierno depuesto frente a la intervención de la región por parte del gobierno español, lo que denomina el “bloque del 155”.
Los comicios se presentan como los más decisivos, excepcionales y abiertos de la historia de Cataluña y España. La expectativa es máxima, puesto que de recuperar el poder los independentistas existen dudas acerca de si intentarán volver a emprender el mismo camino de ruptura unilateral que llevaría al mismo callejón sin salida y prolongaría la inestabilidad política y la incertidumbre económica, que afectan negativamente a la economía catalana y española.
Pronósticos ajustados
Los sondeos siguen dando una ajustada victoria a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que tiene como primer candidato precisamente al detenido ex vicejefe del gobierno catalán Oriol Junqueras, aunque Puigdemont y su JxCat vienen remontando en intención de voto. En la mayoría de las encuestas, las fuerzas soberanistas no suman, sin embargo, mayoría absoluta y no podrían investir a ninguno de los dos candidatos.
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