¿Qué diría la Cheta de Nordelta?
Pese a la prohibición, cada vez más gente se anima a llevarlos sus perros a Pinamar. Consejos para cuidarlos en la playa.
Bobby, mi buen amigo, este verano no podrás venir conmigo, cantaba el famoso comercial del Operativo Sol de 1981, en el que una niña le explicaba a su mascota por qué lo abandonaba para las vacaciones. Luego mutó en uno de los cánticos más universales de cancha.
Algo cambió desde entonces, y en Pinamar se pueden ver mascotas en la playa a toda hora. Son muchos los que, considerándolos parte de la familia, no pueden concebir irse de vacaciones sin su perro. Se los ve por todas partes revolcándose en la arena, zambulléndose en el mar e intentando interceptar pelotas de juegos de paleta. Cuentan los dueños que disfrutan más que ellos. Y al resto de los turistas no parece molestarle. Al contrario, muchos los acarician y se entretienen jugando con perros ajenos.
Pese a la prohibición
Formalmente existe una ordenanza, la #4811/16, que dispone un horario de playa para animales de compañía en los meses comprendidos entre diciembre y abril. La norma indica que no deberían estar allí entre las 9 y 19 horas. Y obliga a los propietarios a tenerlos con correa, usar una bolsa higiénica para recolectar heces, ponerles bozal en caso de que sean potencialmente peligrosos y llevar la libreta sanitaria
José Tomasín fue determinante: “Si tengo que manejar desde Rosario hasta acá, me llevo al perro”, le declaró a su esposa, quien aceptó. Y se vino con su tres hijas y Bati, a quien considera parte de la familia. Antes hizo los deberes, le compró el bozal y se aseguró de que tuviera las vacunas al día. “Es un espectáculo, él está más feliz que yo”, cuenta mientras lo ve darse chapuzón tras chapuzón.
¿Qué recaudos hay que tener con un perro en la playa?
“Lo principal que hay que tener en cuenta, por lo peligroso, es el golpe de calor”, cuenta Mónica Iriarte, veterinaria de la Clínica Mascotas del Pinar. Es muy común: en la playa se la pasan todo el día al sol o corriendo atrás de una pelota y elevan la temperatura. “Si el cuerpo no es enfriado, el perro se puede llegar a desplomar”. ¿Qué recomienda? Mojarlos constantemente, llevarles agua y procurar que tengan sombra. Ante signos de un golpe de calor, intentar bajar la temperatura lo más rápido posible mediante un chapuzón, cubos de hielo o lo que se tenga a mano, y concurrir a la veterinaria de modo urgente.
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