Qué es el “gasolinazo”, la última crisis que golpea a México
Una decisión de la administración de Enrique Peña Nieto desató protestas y saqueos.
La administración del presidente Enrique Peña Nieto vive uno de sus momentos más críticos y no es por culpa del futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su idea de levantar un muro en la frontera con México para frenar la inmigración.
Hoy, el país está afectado por una revuelta social que incluye manifestaciones, saqueos, robos, detenciones y hasta muertes. Los mexicanos lo llaman “gasolinazo”, y surgió a partir de un fuerte aumento en los combustibles impulsado por el gobierno.
La secretaría de Hacienda anunció a fines de diciembre que el precio por litro de la gasolina Magna sería de 15.99 pesos (0,75 dólares), el de la Premium 17.79 pesos (0,84 dólares) y el del diésel 17.05 pesos (0,80 dólares) entre el 1° de enero al 3 de febrero, con alzas que van desde el 14.2 al 20.1 por ciento. Y Peña Nieto defendió la medida al decir que es “responsable” y que “serían más dolorosos los efectos y consecuencias” en la economía del país.
Pero fue tal la molestia manifestada por el pueblo, que comenzó a protestar con bloqueos de rutas y estaciones de servicio, obstrucción en centros de abastecimiento de combustible, robo de gasolina e incluso actos vandálicos y peleas en tiendas departamentales.
Desde la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) aseguraron que estos actos provocaron el cierre de 170 establecimientos, el saqueo de otros 79 y problemas de distribución de mercadería.
Autoridades de Pemex también han dicho que los bloqueos a calles que dan acceso a algunas terminales de almacenamiento de combustible han generado desabastecimiento y que el problema podría agravarse de escasear la turbocina, combustible que se utiliza para las turbinas de aviones y helicópteros.
Más de 250 personas fueron detenidas en las últimas horas por las protestas y en Ciudad de México murió un policía que intentó detener un acto de vandalismo.
En un mensaje nocturno a la prensa, el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Interior), René Juárez, explicó que lo sucedido son “actos al margen de la ley, que nada tienen que ver con una manifestación pacífica ni con el derecho a la libre expresión que tienen todos los mexicanos”.
Juárez dijo que “se trata de hechos acotados a un pequeño número de municipios”, pero que están generando “daños patrimoniales a terceros”.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, pidió a los organismos federales de seguridad “continuar trabajando junto con las autoridades locales que están enfrentando esta situación”, según añadió Juárez. “Hacemos un llamado a la prudencia. Les pedimos a los ciudadanos no dejarse confundir por rumores y mentiras que solo buscan generar alarma y alterar el ánimo social”.
Ante la violencia desatada, el presidente prometió mano dura: “El Gobierno de la República no permitirá abusos de quienes al amparo de esta medida (la subida de precios) se excusan y cometen tropelías”, dijo desde la residencia oficial de Los Pinos en su primer mensaje del año a los medios.
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