QUILMES YA ES TOTALMENTE BRASILEÑA

Los dueños de Brahma pagaron ayer 1.250 millones de dólares por el 34,46% de las acciones de Quilmes Industrial, que seguían en manos del Grupo Bemberg. De esa manera se completó el traspaso total de la principal cervecera local a manos extranjeras, tal como había sido anunciado en abril. Su nuevo dueño es el holding InBev (la belga Interbrew y la brasileña AmBev, dueña de Brahma), con 97,16% de los votos.

Carlos Miguens, cabeza del Grupo Bemberg, ya se había alejado de la presidencia de Quilmes en cuanto se cerró el acuerdo de venta, hace cuatro meses. El CEO designado por Miguens, Agustín García Mansilla, sigue al frente de las operaciones.

El propio García Mansilla anticipó —entre líneas— que habrá cambios a nivel gerencial, a manos de un “comité de convergencia” que hará la transición. “El Comité de Convergencia estará integrado por miembros del Board of Management de Quinsa y por representantes de la dirección de AmBev. El objetivo (…) es garantizar una transición ordenada hacia una compañía más integrada, que tomará lo mejor de AmBev, InBev y Quinsa”, dijo García Mansilla, a través de una comunicación interna. Anticipó, además, que la venta de la planta de Luján y de las marcas Bieckert y Palermo podría concretarse “antes de fin de año”.

La venta de Quilmes originó una disputa hacia el interior de la familia de accionistas. Carlos Miguens se opuso a ceder la empresa que fundaron sus abuelos a una tentadora oferta belga-brasileña y resistió desprenderse de una de las empresas más emblemáticas de la Argentina.

Miguens, que fue presidente de Quilmes y miembro de la familia fundadora (es el hijo de la fallecida cineasta María Luisa Bemberg) no quiso que el coloso AmBev, propietario de Brahma, tomara todo el control de la firma como finalmente sucedió.

El último abril, cuando los otros accionistas cerraron trato con los brasileños, Miguens difundió un comunicado haciendo pública su posición.

Quilmes fue fundada en 1887 por el inmigrante alemán Otto Bemberg y ahora forma parte del mayor grupo cervecero del mundo. AmBev factura unos US$ 14.000 millones, una cifra astronómica si se la compara con los ingresos de Quilmes, que fueron de 800 millones en 2005.

AmBev comenzó a adquirir Quilmes en 2002 en la peor crisis de la historia argentina. En aquel momento compró el 60% en US$ 600 millones. Esta vez tuvo que duplicar aquella cifra.