Rafaela busca reponerse del fuerte temporal
Autoridades, operarios y vecinos perseguían el fin de devolverle el paisaje habitual. Pero ayer se seguían viendo las consecuencias.
Cuadrillas de operarios de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), bomberos, rescatistas del Ejército y funcionarios municipales y provinciales formaron parte del paisaje ciudadano de ayer en Rafaela, la ciudad que se vio azotada por un violento temporal que se abatió minutos después del amanecer del primer día del año y que dejó graves destrozos en viviendas particulares y en la infraestructura urbana.
Todos perseguían el fin de devolver el paisaje habitual a la cabecera del departamento Castellanos, que al atardecer de ayer y pese al intenso trabajo, aún mostraba árboles caídos, cables cortados, viviendas sin techo y sectores sin energía.
Unos 200 operarios de la Secretaría de Servicios y Espacios Públicos continuaban con la limpieza para acondicionar los barrios, tarea que comenzó en el centro, en la plaza 25 de Mayo, y avanzaba hacia los barrios Paseo del Este, Brigadier López, Villa Los Álamos y Villa Aero Club. La misión principal era remover árboles caídos y limpiar calles y desagües.
Mientras, los agentes de la Guardia Urbana Rafaela (GUR) se encargaron de coordinar el pedido de ayuda y la asistencia a los vecinos. “Fueron muchos los que sufrieron el temporal; fue terrible, muy angustiante”, lamentó una vecina, Elizabeth Eberhardt, quien contó el caso de una familia que se quedó sin nada: “Le habían entregado la casa hacía una semana. Era una vivienda prefabricada a la que primero se le voló el techo y que luego se cayó y le arruinó todas las pertenencias”.
“A ellos no les pasó nada porque se refugiaron en un auto”, continuó Elizabeth, quien luego detalló que fueron muchos los vehículos afectados por la caída de árboles. “Gracias a Dios, no hubo personas lastimadas. Pero fue un temporal muy feo. Cuando todavía no había llegado a la ciudad, se veía una nube gris, amenazante, un frente que cuando nos alcanzó levantó vientos que, según el noticiero, superaron los 108 kilómetros por hora. Tumbó más de 200 árboles, inundó calles y destrozó techos, carteles, el mástil que estaba frente a la Jefatura de Policía, los techos de los estacionamientos de los supermercados y hasta arrastró un acoplado”, detalló a LaCapital, y precisó que el barrio Güemes fue el más afectado, junto al asentamiento Villa del Parque.
Al trabajo de los obreros municipales, que según el intendente Luis Castellano se autoconvocaron para colaborar, se sumó la labor de 25 soldados del Batallón de Ingenieros Anfibios de Santo Tomé, bomberos zapadores y voluntarios. A los uniformados se les asignó la tarea de colaborar en la remoción de árboles y en la reparación de postes de energía eléctrica. También colaboraron en el acondicionamiento inicial de la Escuela Nº 2.027 Melvin Jones, cuyo edificio fue afectado seriamente por la tormenta.
Lifschitz.
Minutos después de las 15 de ayer, arribó al establecimiento educativo el gobernador, Miguel Lifschitz, acompañado por Castellano y el ministro de Infraestructura, José Garibay. Los funcionarios observaron los daños del techo del salón de usos múltiples, que fue literalmente arrancado por el viento y prometieron que “se actuará rápido para reponer el techo destruido”.
Golpe duro
“Fue un golpe muy duro para la ciudad”, manifestó el intendente luego de inspeccionar las instalaciones, y añadió que “recién estábamos recuperándonos de la tormenta de febrero del año pasado y ahora nos estamos poniendo en la reconstrucción de la ciudad nuevamente”, lamentó.
En ese sentido dijo que “hubo una muy buena reacción. El domingo nos comunicamos con el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, y el gobernador me llamó al mediodía. También mantuvimos una conversación con el ministro de Gobierno, Pablo Farías, quien convocó a todo el gabinete y así nos pusimos a trabajar”.
“Necesitaremos de la ayuda de todos. Desde los vecinos, el gobierno provincial y el nacional, las instituciones, de todos los que de alguna manera tenemos que hacer fuerza para volver a poner de pie a la ciudad”, remarcó el titular del Ejecutivo al portal Rafaela Noticias. El funcionario añadió que “el impacto material fue de alta magnitud”.
“Las condiciones meteorológicas no son buenas para el resto de la semana”, sostuvo el intendente y agregó: “Estamos viviendo el cambio climático y tendremos que acostumbrarnos. Lo que antes era extraordinario, ahora es común”, dijo.
Luego de sobrevolar la zona de la provincia afectada por el meteoro, Lifschitz dijo ante los medios locales: “Aproveché para visitar la ciudad y recorrer en helicóptero la zona. Nos sorprendió un año con mucha lluvia porque no estaba previsto. Por lo menos, en los pronósticos de hace unos meses atrás parecía que íbamos a tener una temporada más seca, pero la realidad es que está viniendo mucha agua”, agregó la máxima autoridad provincial.
“Recorrimos también la escuela Melvin Jones, observamos el problema de la voladura del techo del salón de usos múltiples, y espero que lo podamos resolver rápidamente”, acotó.
Contingencia
La EPE atiende los daños ocasionados por el temporal que se registraron desde el domingo, con fuertes ráfagas de viento que afectaron las instalaciones del servicio de abastecimiento de energía eléctrica en gran parte del territorio santafesino. Los departamentos más afectados fueron Castellanos, Las Colonias y La Capital.
En ese contexto, la compañía puso en marcha su plan de contingencias para atender los daños del fenómeno meteorológico, fundamentalmente en las redes de media y baja tensión, además del colapso de algunas líneas eléctricas en zonas rurales.
El operativo abarca la atención con grupos generadores en zonas que están aisladas, como las localidades de Zenón Pereyra, Esmeralda y otros sitios, con usuarios de servicios comunitarios de agua potable y salud. A modo de ejemplo, desde la empresa indicaron que “la línea aérea de media tensión que unía María Juana con Zenón Pereyra tiene 17 vanos en el suelo, en medio de terrenos totalmente inundados”.
“Otra región que soporta los efectos de los anegamientos es la comprendida entre las localidades de Teodelina y Santa Isabel, en el departamento General López, donde la EPE continúa con la asistencia a solicitud de las autoridades de Protección Civil y comunales”, agregaron.
Asimismo, indicaron que “el servicio eléctrico en los centros urbanos está normalizado en la trama de media tensión, que son los vínculos de abastecimiento con el mayor número de suministros. Resta la solución de los inconvenientes denunciados en las conexiones domiciliarias”, añadieron.
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