REVELAN QUE AGUAS ARGENTINAS TIENE DEMANDAS POR $1.500 MILLONES
El Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, afirmó que la empresa Aguas Argentinas tiene demandas presentadas en su contra por más de 1.500 millones de pesos y se mostró esperanzado en que la justicia resuelva a su favor el pedido de inhibición de bienes que presentó el organismo el jueves pasado.
“La empresa Aguas Argentina tiene demandas que no tienen fallo todavía por más de 1.500 millones de pesos y en lo que respecta a la entablada por nosotros, la deuda fue estimada en 408 millones de pesos. Así que esperamos que el juez resuelva cuanto antes”, dijo Mondino en declaraciones radiales.
Y agregó que “en caso contrario esas demandas, que son miles, van a terminar subsidiariamente contra el Estado que tendrá que hacerse cargo de un pasivo contingente muy alto y el Estados somos todos”.
El Ombusman se refirió además al accionar del Entre Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios (ETTOS), y lo calificó como un “ariete de la empresa durante toda la concesión”.
“El ETTOS convalidó modificaciones al contrato que provocó demanda de usuarios. Nunca cumplió su verdadero rol de defensa de los usuarios y del ente regulador y además conocia a fines del año pasado que Aguas Argentinas estaba abriendo de nuevo los pozos en Lomas de Zamora”, disparó.
La medida cautelar presentada por Mondino ante el juzgado federal civil y comercial 6, a cargo de Francismo de Asís Soto, solicita la inhibición general de bienes de Aguas Argentinas.
También reclama la indisponibilidad de los fondos de la compañía depositados en cuentas bancarias, a fin de proteger los derechos de incidencia colectiva de los usuarios afectados”, según afirma el texto.
Esta mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ratificó que el Gobierno nacional no plantea “ningún ajuste tarifario” para los usuarios de Aguas Argentinas, tras la rescisión del contrato con esa compañía.
Además, Fernández negó que el Gobierno tenga “vocación estatizante”, y afirmó que la intención es “tener un Estado presente” que responda a las necesidades de los ciudadanos.
“Aysa nació para resolver los problemas que nos dejó Aguas Argentinas y veremos como funciona. Está claro que este no es un Gobierno que tiene vocación estatizante sino que se trata de un Estado presente, que son dos cosas distintas”, dijo en declaraciones radiales.
Según el jefe de ministros, “no se trata de querer hacer una empresa del Estado, ni de acopiar gente en una empresa estatal, ni de tener el manejo de la tarifa o de la recaudación tarifaria, sino de tener un estado que tenga capacidad de reaccionar cuando advierte que los consumidores, que en este caso son ciudadanos del gran Buenos Aires, están siendo afectados”.
Durante la semana, el ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció la caída del contrato con Aguas Argentinas a causa de los “incumplimientos” de la firma concesionaria en la concreción de obras y por la mala calidad del servicio.
“El poder concedente estima que el incumplimiento de la concesionaria registra tal persistencia y afecta garantías tan primarias a los usuarios, que se ve obligado a rescindir el contrato de concesión por culpa del concesionario”, había comunicado el ministro de Planificación.
Para sustituir a la empresa operada por los franceses, el Gobierno creó Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), en la que el Estado argentino participará con el 90 por ciento del capital accionario, en tanto los trabajadores conservarán el 10 por ciento que poseen en la actualidad a través del Programa de Propiedad Participada (PPP).
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