ROSARIO: APUÑALÓ SALVAJEMENTE A SU MUJER Y CASI LO LINCHAN
“Si no nos metíamos, la mataba. Fue terrible ver cómo la tenía acostada en el piso, con un pie encima, mientras con una mano la agarraba de los pelos y con la otra la apuñalaba. Sin parar y adelante de cuatro criaturas”, describió el muchacho, con una claridad estremecedora. El fue uno de los testigos que vieron cómo Vanesa González, de 25 años, recibió varias puñaladas de manos de su concubino.
La joven, madre de 4 hijos, seguía anoche internada en grave estado en el Hospital de Emergencias con un pulmón perforado pero fuera de peligro. La salvaje agresión ocurrió en la casa que ambos compartían hasta el jueves a la noche en Colombres al 3200 y desató la furia de sus vecinos, que salieron a defenderla. Pero no sólo le salvaron la vida a la mujer, sino que al agresor le propinaron una golpiza de la que sólo pudo zafar con la llegada de un patrullero de la seccional 32ª, cuyos ocupantes debieron efectuar disparos al aire con balas de goma para dispersar al grupo que intentaba hacer justicia por mano propia.
El drama familiar ocurrió cerca de las 20.30 del jueves, aunque el hecho tuvo varios antecedentes tan graves como el de antenoche. Es que Vanesa ya había denunciado en otras oportunidades en la seccional 32ª de barrio Godoy que su compañero, Joaquín Aguirre, de 26 años, la sometía regularmente a violentas palizas. Ahora, después de esta última agresión, Aguirre enfrenta una acusación por tentativa de homicidio.
Ana María, la mamá de Vanesa, recolectaba ayer a la mañana en la humilde casilla donde vivían su hija, Aguirre y los cuatro niños las cosas necesarias como para cuidar a sus nietitos mientras espera que la joven madre se recupere de las heridas. “Este tipo es un violento, un borracho, mi hija lo denunció varias veces. Se lo llevaban preso y enseguida quedaba en libertad. Ella lo echó varias veces de la casa, pero él siempre volvía y se le metía de prepo”, explicaba, rodeada de familiares y amigos.
El jueves Aguirre se encontró con Vanesa en un supermercado sobre la avenida Rivarola al 7000, a un par de cuadras de su casa. Ella fue a hacer unas compras y él volvía de trabajar como ayudante de un yesero. Al parecer, el hombre habría llegado a la casa y al encontrarse con todo cerrado decidió salir a buscar a su mujer. Testigos contaron que casi frente al comercio, ante ocasionales transeúntes, le aplicó una trompada en la cabeza. “Todo empezó ahí, en el súper. Después la trajo de una mano hasta la casa. Varios vecinos los vieron llegar. La llevaba casi arrastrando”, sostuvo Ana María, para quien su hija recibió al menos siete puñaladas.
Eran cerca de las 20.30 cuando los vecinos de la pareja, muchos de ellos en la calle porque la noche estaba estaba cálida, escucharon gritar a las criaturas. Las nenas más grandes, de 8 y 5 años, salieron disparadas de la casa, pidiendo ayuda. “Siempre se peleaban y los escuchábamos gritar. Uno no se metía porque al otro día los veía de la mano. Pero ayer (por el jueves a la noche) sentimos que las nenas gritaban desesperadas. Por eso nos acercamos con mi viejo y mis hermanos”, contó un joven vecino que prefirió no divulgar su nombre.
“NO SE METAN”
El vecino observó un espectáculo terrible: Aguirre mantenía a Vanesa contra el suelo mientras la agarraba de los pelos y descargaba puñalada tras puñalada. “Fue increíble -admitió el testigo-, el tipo había trabado la puerta con una silla, no podíamos entrar y le gritábamos que la soltara porque la iba a matar. Y él nos decía «ustedes no se metan»”.
En un momento, la chica logró escapar de su agresor y salió corriendo de la casa por una puerta trasera, pero su pareja la alcanzó enseguida. La chica tropezó y cayó sobre el pasto, y entonces él siguió aplicándole puntazos. “Nos arrimamos para pararlo. Pero nos enfrentó y hasta amenazó con matar a mi viejo. La chica, que estaba muy lastimada, pudo levantarse y correr unos metros hasta que se desvaneció cuando llegó a la calle. Después un muchacho le pegó a Aguirre con un rastrillo en el lomo y en la cabeza. Y ahí sí: lo agarramos y le entramos a dar puñetazos por hijo de puta. Enseguida cayó la policía y el tipo se nos escapó. Se tiró encima de la chata y gritaba «me entrego, me entrego»”, recordó el testigo.
Sin embargo, según fuentes policiales, los agentes de la comisaría 32ª debieron hacer disparos al aire para disuadir al grupo de que no hiciera justicia por mano propia. Aguirre quedó detenido con una herida cortante en la cabeza y magullones por todo el cuerpo. Está acusado de tentativa de homicidio a disposición del juez de Instrucción Nº9, Carlos Carbone. Según fuentes policiales, registra dos condenas por robo y daño y dos causas abiertas en 2001 y 2005 por agresiones contra su pareja. Y Vanesa seguía anoche en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez “con varios puntazos en todo el cuerpo y el pulmón perforado”, dijeron fuentes de la 32ª.
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