“Se dejó de creer en la ley y hay desconfianza”

De esta manera se expresó Marcelo Moriconi Bezarre, sociólogo y autor del libro “Ser Violento”, quien estuvo presente en nuestra ciudad, donde brindó una charla acerca del tema. En este sentido indicó que “existe un colapso de la ilegalidad”.
Invitado por el Instituto de Seguridad Pública, el sociólogo y escritor Marcelo Moriconi Bezarre brindó charlas y conferencias en nuestra ciudad, en las cuales se abordó la temática de la violencia. Durante su estadía se acercó a los estudios de Santa Fe Directo (Canal 13), acompañado por Claudio Ainbinder, integrante del instituto, donde dialogaron sobre el tema.
Cabe señalar que el Instituto de Seguridad Pública está conformado por un grupo de abogados santafesinos que decidieron agruparse debido a su preocupación por “la cantidad de homicidios que nos ponen a la cabeza de este país”, indicó Ainbinder.
Por su parte brindó algunos datos sobre el tema y explicó que “nuestra ciudad llegó a 24 puntos de tasa de homicidios, número más alto que Rosario y del promedio nacional, que se mantiene en 5 puntos”.
En cuanto a este tema, Moriconi Bezerra reflexionó y expresó que “debemos abrir los espectros y no centrarnos solo en el crimen, cuando hacemos esto vemos que existe un colapso de la ilegalidad, se dejó de creer en la ley y hay desconfianza”.
Por otra parte, explicó que “el crimen no es potestad de la pobreza o marginalidad, a diferentes clases sociales, diferentes crímenes”.
A su vez indicó que, cuando hablamos de violencia, hablamos de “un medio para conseguir fines” y agregó que “todas las sociedades giran en torno a la justicia”. En este sentido, el término de justicia puede “variar de acuerdo al concepto de cada sociedad. Hemos llegado a un punto donde existe una falta de legitimación de la justicia, donde no se pide justicia sino sentencias”.
En cuanto a la situación que se vive en el contexto latinoamericano, Bezerra dijo que, al tratarse de un territorio tan extenso y variado, no es posible generalizar los casos. Sin embargo aclaró que “si bien en Latinoamérica se pudo haber naturalizado esta situación, no es natural que una sociedad sea violenta”.
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