Suben los recursos de amparo para los tratamientos de fertilidad
En la Argentina la infertilidad no está considerada una enfermedad y por lo tanto el Programa Médico Obligatorio (PMO) no la incluye.
En el fuero local la respuesta había sido, por años, esquiva para los demandantes. Pero esta semana una pareja rosarina logró que en primera instancia la Justicia fallara a favor de su pedido y obligara al Iapos, la obra social provincial, a cubrir los costos de una fertilización in vitro. Aunque la resolución no está firme (porque Iapos puede apelarla) este avance se leyó como un poderoso antecedente.
En Buenos Aires y Entre Ríos hace tiempo que hay fallos favorables para los pacientes.
Reclamos
Ante la imposibilidad de afrontar en forma particular los costos de las prácticas, que van desde los 5 mil a los 30 mil pesos de acuerdo a la complejidad, muchos deciden iniciar el reclamo judicial, pero otros desisten por lo engorroso del trámite y porque los tiempos de la Justicia son demasiado lentos para quienes tienen el “reloj biológico” en contra y sufren desde hace años las consecuencias anímicas de la espera.
Ni los Tribunales federales ni los provinciales llevan estadísticas sobre la cantidad de causas iniciadas por este tema. Sin embargo, fuentes judiciales, médicos y abogados consultados estimaron que este año se notó un crecimiento de las demandas cercano al 30 por ciento con respecto al año pasado.
Decepción
Alejandra, de 39 años, recibió la negativa de su obra social en tres oportunidades y aunque consultó con un abogado para presentar un recurso de amparo, optó por pagar los tratamientos a los que tuvo que someterse (entre 20 y 30 mil pesos cada uno). “Lo que me esperaba si me metía con el tema legal era demasiado arduo e incierto; a mi edad, ya no podía seguir esperando”, relató a LaCapital.
Ahora está embarazada de mellizos y aunque acepta dar su testimonio para esta nota, pide que no se publique su apellido (ver aparte). Es que no son pocas las empresas que les advierten a sus afiliados que si su hijo fue concebido con ayuda de la ciencia no les pagarán el parto y la neonatología.
El caso de Virgina D. es otro ejemplo del sufrimiento que implica buscar un bebé y no poder agotar todas las alternativas. Con 42 años pasó por dos inseminaciones sin resultado positivo (a ambas se las pagó con ahorros y un préstamo personal) y luego recurrió a la Justicia para pedir ayuda. Esperó 10 meses el veredicto judicial. El fallo determinó que su obra social no tenía por qué pagar el tratamiento. “Aniquilaron mi sueño de ser madre biológica”, contó entre sollozos.
Para Virginia y su pareja fue un golpe muy duro: “Cuando la abogada me llamó para decirme que lo habían rechazado quedé desalmada. Entre mi esposo y yo ganamos 3.500 pesos por mes y no somos propietarios. De ninguna manera podemos pagar los tratamientos”, relató.
Lo cierto es que esta semana los Tribunales rosarinos dieron un paso que podría cambiar estas realidades, tan diferentes en otros puntos del país.
En Río Negro, por ejemplo, la obra social estatal y los hospitales brindan atención y cobertura económica gratuita para tratamientos de fertilidad asistida, según una ley sancionada por la Legislatura. Muy lejos de lo que pasa aún en suelo santafesino, pero como para alentar la esperanza de que alguna vez pueda ocurrir.
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