Suspenden a una psicóloga que avaló una acusación falsa de abuso sexual
La presentación fue avalada por los informes de una piscóloga que la investigación judicial reveló que no se correspondían con la realidad y suspendió la matrícula de la profesional cuatro meses.
Dos años atrás, Diego, el padre de la pequeña, llegó a buscarla a su casa en Granadero Baigorri y se encontró con que no se la dejaban ver porque había sido presentada una acusación contra él por abuso sexual. Fue el comienzo de una pesadilla que todavía no terminó.
Leonel Bores, el abogado del padre, dijo que este tipo de situaciones son frecuentes entre padres que se separan. "Es una forma "complicada, perversa y reiterada que es usual en el contexto de las separaciones conflictivos”, explicó el letrado.
"Es uno de los recursos que utilizan las madres o los padres que tienen la tenencia de los hijos y quieren impedir el contacto con el otro, ya sea a modo de revancha, por despecho, por cuestiones económicas", añadió Bores en declaraciones al programa "Dos t ipos audaces" de LT8.
"Comienzan con denuncias de golpes, de maltrato, y las peores son estas de abusos -destalló-, con lo cual se aseguran por lo menos seis meses, un año o hasta dos años de impedimento de contacto y de dejar a la persona arruinada, con desprestigio, deshonra como pasa en este caso”.
"Afortunadamente la Justicia penal dictaminó el archivo de la causa porque la denuncia no tenía ningun contexto probatorio”, contó Bores, quien aseguró que los informes elevados a la Justicia por la psicóloga a la que le fue suspendida la matrícula fueron determinantes para que se consolide las sospecha sobre su defendido.
“El tribunal de ética del Colegio de Psicólogos la suspendió a esta mujer que con desparpajo y sin encontrarse nunca con el papá lo acusó categoricamente afirmando que era abusador, describiendo todo tipo de práctica sexual con la hija que tenía solo dos años de edad”, relató Bores.
Diego, el padre de la niña en cuestión, confesó que desde que empezó el conflicto familiar vive angustiado. “Uno tiene sus autodefensas, tengo más de 40, pero lo peor lo pasa la criatura que está en el momento de formación de su persona -indicó-, me preocupa además los profesionales que se prestan a esta falsedad”.
“Un día voy a buscar a mi hija y me dicen que no la puedo ver porque tengo una denuncia penal en mi contra -contó-, entonces me puse a disposición de la policía y comencé todo este periplo judicial. Ahora espero que la madre se presente, ya que desde junio no asiste a las audiencias, es muy lento todo. Y lamentablemente lo irreparable es lo de mi hija”.
El abogado sostuvo que “en la mayoría de los casos se descubre la verdad, pero muchas veces es tarde porque los chicos no quieren ver al padre, el padre tiene esta sospecha sobre sus hombros, y el vínculo se restringe, los chicos crecen ya con esa experiencia traumática de haber pasado por exámenes, médicos forenses”.
“La nena tiene cuatro años y hace dos que no ve al papá, es decir la mitad de su vida, estamos bregando todavía para lograr un regimen de visita: La madre aún con toda esta evidencia en su contra no asiste a las audiencias y no predispone para colaborar en la investigación”.
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