Tata Cedrón: “Julio era un bonachón, un tipo simple, muy jodón”
– Tata Cedrón ¿Cuándo conoció a Julio Cortázar? Fue en Paris ¿No?
-Fue en 1972, un poco de casualidad. Yo fui a tocar a Paris y recuerdo que Paco Urondo me había dado su dirección y fui a pedirle algunos concejos. Entonces, lo vi más como un compañero que como un fanático, que también lo era. Luego, lo invitamos a un concierto y nos hicimos muy amigos, éramos como chanchos.
-¿Cómo nació “El Trottoirs de Buenos Aires”?
-Bueno, esa es otra historia. Fue luego de un tiempo de amistad. Yo hice una canción con él y con varios poetas que estaban por Europa, un poco para unirnos, entretenernos y para divertirnos. Julio me hizo un poema que se tituló “Canción sin verano”, para que yo le ponga música. Y después, Edgardo Cantón, que trabajaba con Cortázar en la UNESCO, un músico moderno, concreto, que había participado del Instituto Di Tella, lo invitó a Julio a hacer canciones y así nació “El Trottoirs de Buenos Aires”.
-Julio Cortázar y Cantón, eran dos argentinos haciendo música de Buenos Aires.
Claro, y en ese momento, Cortázar me pidió a mí que cante esos temas. Ellos había buscado otra persona, que no se porque no realizó el trabajo y como Julio era amigo mío, le dijo a Cantón que me llamaran a mí y yo estuve encantadísimo de hacerlo. En ese disco no firmó el Cuarteto Cedrón, que si bien participó del disco, porque los arreglos fueron de Canton. El acompañamiento es más tradicional, más standard, pero salió un trabajo bárbaro. Toda la producción de ese disco estuvo en mis manos.
-¿Cómo era Julio Cortázar en la intimidad?
-Era un bonachón, un tipo simple, muy jodón. Pero cuando tenía que ponerse severo lo hacía. Era un gran cuadro político, muy maduro, sabía resolver las cosas. Pero sobre todo era un tipo muy campechano, un muchachón.
-Cuando el volvió a la Argetina en 1984 recibió un golpe muy duro, que tuvo que ver con el ninguneo del gobierno nacional. ¿Usted lo vio por aquellos días? ¿Qué sensación le quedó a Cortázar?
-Él hizo lo que tenía que hacer cuando ocurrió aquello. Luego, escribió una nota sobre ese tema. Yo no noté que le hubiera quedado bronca por aquel ninguneo, sí tomaba nota de aquello. Pero no todos los ningunearon.
-No, por supuesto, todo el mundo cultural lo recibió.
-A él le quedó un muy lindo recuerdo porque la gente lo saludaba por la calle o se sentaban con él en el cordón de la vereda para charlar. Eso le gustó mucho, él nunca le dio mucha bola a la cosa oficial.
-Tata, cada uno tenemos amigos con los que nos gusta charlar de diferentes temas. ¿Cuales eran los temas que le gustaban discutir con Cortázar?
-Él un día me confesó que le gustaba mucho hablar conmigo porque yo lo hacía de una manera que le recordaba a como hablaba la gente de Buenos Aires, por los tiempos en el que se había ido. Yo tenía una manera de hablar que guardaba la forma de expresarse de los argentinos. A Julio le gustaba hablar mucho de canciones, de jazz, de Gardel, de cómo se componía una canción. También, hablábamos de las cosas cotidianas, de lo que pasaba en Argentina, de política, pero también de las historias de personajes de Buenos Aires. Comíamos muchas veces juntos en su casa y en la mía. Nos gustaba mucho hacer empanadas. Recuerdo, que muchas veces comimos con Julio Le Parc, artista plástico argentino, que hacía unos asiditos en su patio.
-Tata ¿Vuelve a la lectura de los libros de Cortázar?
Sí, me gusta mucho leer los cronopios.
-Tata, le agradecemos mucho por el recuerdo. Nosotros queríamos evocar a Julio Cortázar a 24 años de su muerte, porque fue un escritor que al igual que Roberto Arlt fue muy maltratado en los comienzos por su forma de escribir.
-Pero Julio no se hacía problema por las críticas. El trabajaba, escribía y editaba. A él la gloria lo tenía sin cuidado. Él tenía mucha gente que lo leía y lo felicitaba. Julio siempre está en el recuerdo de la gente. Yo estuve hace un tiempo con la viuda de Cortázar, Aurora Bernárdez, y estuve en el patio donde él escribió Rayuela. Esto ocurrió hace dos o tres meses y fue muy emotivo para mí. Otro recuerdo muy lindo que tengo con Julio fue cuando ganó las elecciones presidenciales François Mitterrand , que estuvimos festejando en mi casa.
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