Tres de cada diez alumnos comen en la escuela
Son los chicos que desayunan, almuerzan o meriendan en los colegios donde concurren. Llegan pedidos de los barrios más pobres.
Este año se sirvieron unas siete mil copas de leche más en las escuelas públicas de la provincia. Unas tres mil de estas raciones se repartieron en Rosario, donde muchos colegios solicitaron que se amplié el comedor también para los alumnos del nivel secundario “que se acercaban a pedir los restos de la comida del primario”, aseguran. Actualmente, el 30 % de los alumnos de Santa Fe desayuna, almuerza o merienda en la escuela.
Sólo este mes, la provincia invertirá 75 millones de pesos en alimentos para los servicios escolares, según señala un informe del Ministerio de Educación provincial que analiza el comportamiento de la demanda en los comedores que funcionan en unos 2.300 colegios tanto de gestión pública como aquellos privados que gozan del ciento % de subsidio estatal y no cobran cuotas obligatorias a sus alumnos.
Incorporación
El mismo trabajo advierte que entre 2016 y 2017 se crearon 65 nuevos servicios de copa de leche en toda la provincia, lo que representa unas siete mil raciones más de desayuno o merienda que se entregan en las escuelas.
Tal como sucede con la demanda en los Centros de Convivencia Barrial que dependen del municipio, en las escuelas públicas la demanda de asistencia alimentaria no cede. Se disparó el año pasado, cuando la inflación castigó particularmente a los hogares de ingresos más bajos y se sostuvo este año.
“Si bien las escuelas primarias de los barrios más vulnerables ya tenían comedor, muchas empezaron a pedir el servicio para el nivel secundario porque los chicos se acercaban a pedir los restos de pan o de comida de los más chicos”, advierte Lorena Almirón, referente de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE).
Carolina Piedrabuena es subsecretaria de Administración de la cartera educativa y tiene a su cargo el área de comedores. “Los servicios alimentarios se asignan cuando los directores de la escuela, los supervisores y los equipos socioeducativos detectan situaciones de vulnerabilidad entre los alumnos, entonces no sólo esos niños reciben un refuerzo alimentario, como desayuno o merienda, sino también todos sus compañeros”, explica.
La funcionaria aclara que “la mayoría de los nuevos pedidos llegaron desde las escuelas ubicadas en los barrios más pobres “donde la Asignación Universal por Hijo (AUH) ya no alcanza para alimentar a la familia”.
A la mesa
De acuerdo al informe del Ministerio de Educación, este mes se entregaron 420.056 copas de leche por día y 163.864 raciones de alimentos para los comedores escolares. Todas estas raciones se reparten entre los 860.672 alumnos que, de acuerdo al anuario 2016, tiene el sistema educativo santafesino.
Sin embargo, no todas las escuelas cuentan con el mismo servicio alimentario. Algunas ofrecen sólo desayuno o merienda, en otras los chicos desayunan y meriendan o, como en el caso de las escuelas de jornada ampliada, los alumnos reciben las tres comidas.
30 %
Por eso, se calcula que el 30 % de los alumnos santafesinos accede a algún tipo de refuerzo alimentario dentro de la escuela.
Para atender esta demanda, durante el año se invirtieron 18 millones de pesos para mejorar las instalaciones o el equipamiento de 17 comedores escolares de la ciudad y se licitó también la ampliación del comedor de la primaria Nº 1.061, de la localidad de Funes y la construcción del comedor de la Nº 456 del barrio Las Flores, en la zona sur rosarina, con una inversión de 16 millones de pesos.
Para Piedrabuena se trata de afrontar “pedagógicamente” la demanda alimentaria de los estudiantes. “Queremos que el comedor o el momento de la merienda se convierta en un espacio más dentro de la escuela, no sólo para aquel que lo necesita sino para el resto de sus compañeros”, concluye.
No hay diferencia en el verano
A la escuela Nº 1.372, de barrio Tío Rolo, asisten unos 400 chicos. El 95% de los alumnos almuerza allí.. Y este verano, después de que terminen las clases, lo seguirán haciendo. “Hace dos años, los chicos que seguían asistiendo al comedor eran muchos menos, pero hoy no hay casi diferencia entre el período de clases y las vacaciones, la matrícula no baja”, sostiene Lorena Almirón, secretaria adjunta de ATE. Durante el verano de 2017 hubo 350 escuelas en todo el territorio santafesino abiertas durante el receso escolar que entregaron el servicio alimentario de comedor y copa de leche. Este año, Educación anunció que se ampliará ese número. “Manda la necesidad”, confía Almirón.
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