Estados Unidos
Trump propuso reabrir Alcatraz para encerrar a inmigrantes y criminales peligrosos
La propuesta del presidente estadounidense ya generó un fuerte rechazo político y enfrenta numerosos obstáculos legales y presupuestarios, mientras defensores y críticos debaten su viabilidad
En una decisión que sacudió tanto a Estados Unidos como a la comunidad internacional, el presidente Donald Trump anunció que reabrirá la histórica prisión de Alcatraz como centro de máxima seguridad para alojar a criminales peligrosos y a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales.
La cárcel, cerrada en 1963 y convertida desde entonces en un sitio turístico administrado por el Servicio de Parques Nacionales, volvería a operar bajo control federal.
La Casa Blanca confirmó que ya trabajan en coordinación con el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina Federal de Prisiones para adaptar nuevamente la isla a fines penitenciarios. Trump describió la medida como un “símbolo de ley, orden y justicia” en respuesta al aumento del crimen y al endurecimiento de su política migratoria.
El anuncio provocó una oleada de críticas. Legisladores como Nancy Pelosi recordaron que Alcatraz está protegida como patrimonio federal y señalaron que el deterioro de su infraestructura haría inviable su reapertura sin una millonaria inversión. Además, abogados constitucionalistas advierten que el uso del lugar para encarcelar inmigrantes podría enfrentar serios desafíos judiciales.
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El debate está servido: ¿es esta una estrategia realista contra el crimen o una jugada de alto impacto político? Mientras tanto, la prisión más famosa del país vuelve a estar en el centro de la escena.
