Ucrania: terribles condiciones que se viven en los orfanatos

Los investigadores de derechos humanos dicen que Ucrania no debería unirse a la Unión Europea hasta que cierre estas instituciones.
Vasyl, quien tiene epilepsia y problemas de aprendizaje, vive en un orfanato en las afueras de la ciudad de Chernivtsí, en el suroeste de Ucrania.
Ucrania: muere un adolescente en una parada de autobús tras un ataque ruso
El adolescente lleva un pañal. Se balancea hacia adelante y hacia atrás, emitiendo intermitentemente un grito largo y agudo, pero el personal no reacciona.
Están cansados, sobrecargados de trabajo y está claro que es más fácil -y aceptado- vigilar a los niños y jóvenes sujetándolos.
Una afluencia de evacuados del este ha ejercido más presión sobre el sistema, pero la forma en que las personas como Vasyl son tratadas en las instituciones de Ucrania son anteriores a la invasión rusa.
Junto a Vasyl yace otro joven. Sus manos están atadas con las mangas de su suéter. Sus ojos vacíos miran a la distancia y un charco de orina se ha acumulado debajo suyo.
Estos discapacitados se encuentran entre los 100.000 niños y jóvenes que viven en orfanatos ucranianos, pero muchos de ellos ni siquiera son huérfanos.
Ucrania denunció la muerte de más de 340 niños por los ataques rusos
La mayoría tiene familia pero termina viviendo en estos lugares debido a la falta de apoyo y servicios comunitarios.
Un problema de décadas
Eric Rosenthal, director ejecutivo del grupo de derechos humanos Derechos Internacionales de Discapacidad (DRI, por sus siglas en inglés), dice que las personas discapacitadas ahora son mercancías en “fábricas de discapacidad”.
Ha visitado cientos de estas instalaciones y dice que siempre está impactado y devastado por lo que encuentra.
Se nos muestra otra institución, aproximadamente a una hora en automóvil del orfanato de Vasyl, donde hombres discapacitados de entre 20 y 30 años viven en cunas para niños.
Hay un hombre de unos 30 años cuyas extremidades se han torcido debido a su vida en una cuna de la que rara vez sale, ni siquiera para comer. El personal los alimenta con cuchara a través de los barrotes.
Eric dice que los tobillos torcidos y huesudos de un hombre y las costillas sobresalientes son un signo de “desnutrición durante toda la vida”.
Él dice que la guerra no puede usarse como una excusa para una atención tan terrible, ya que las personas discapacitadas han sido desatendidas durante décadas.
De pie junto al hombre, Eric dice: “Está muriendo lentamente en esta cama”.
Las camas de madera están alineadas una al lado de la otra, fila tras fila. Las paredes pintadas de vivos colores chocan con la desolación de la vida de estos jóvenes.
No intentan liberarse, solo están desesperados por un poco de atención.
En la habitación del lado, Oleh ha estado acostado en la cama durante décadas. El hombre de 43 años fue enviado a esta institución cuando era un niño pequeño. Tiene parálisis cerebral, una condición que afecta el movimiento y la coordinación.
Con la atención adecuada, las personas con parálisis cerebral pueden vivir una vida plena e independiente.
Eric dice que los miles de millones de dólares de ayuda internacional que se inyectaron en Ucrania durante la guerra también deberían usarse para cerrar orfanatos, ayudar a las familias a cuidar a sus hijos y construir una comunidad que acepte la discapacidad.