¿Un año presa por besarse?
Opinión. Mariana Gómez fue condenada a un año de prisión en suspenso en una causa por resistencia a la autoridad. Según muchísimos medios de comunicación, fue víctima de discriminación, porque es lesbiana y se estaba besando con su esposa en la estación de Constitución. Sin embargo, según había admitido ella misma ante las cámaras al momento de la detención, atacó a dos policías cuando le pidieron que deje de fumar dentro de la estación (había cuatro colillas), y les arrancó tal cantidad de cabello que se podía ver a simple vista.
Por Analía De Luca
Hay que darle la razón en algo a Mariana: un policía de sexo masculino le pidió que deje de fumar y cuando ella lo cuestionó hubo algún contacto físico. Hay versiones cruzadas, ella dice que él la agarró del cuello, él dice que la levantó por el brazo. Ella dice que el efectivo le dijo “pibe” y que la tendría que haber detenido una efectiva. Y en tanto otra señora que fumaba en el lugar respalda la versión de ambos (que Mariana fumaba y que el oficial le dijo “pibe”), el oficial añade que no solo por el cigarrillo sino que Mariana la estaba “haciendo llorar” a Rocío (esposa de Mariana).
A favor de los agentes hay que decir también que si ves a una persona que parece ser un varón cometiendo un ilícito, generalmente interviene un policía de sexo masculino. Y si la autoridad, en este caso un efectivo de la policía, indica cejar en la comisión del ilícito, pues se acata o se aceptan las consecuencias. No hay forma de detener a una persona que no acata una orden policial que no incluya contacto físico.
Sin embargo, acá hay una cuestión que no se dirime: ¿hace tal vez falta un protocolo de detención para personas del colectivo LGBTIQ? Porque ¿cómo pueden los agentes de policía identificar a priori el género con el que se autopercibe la gente?
Mariana además insiste en que ella no sabía que no se podía fumar dentro de la estación y que no había carteles que así lo indicaran. Pero es un principio del derecho que una vez promulgadas las normas todos los ciudadanos las conocen, o deberían conocerlas: así como Mariana apeló a las leyes que conocía para exigir que la detenga una agente o, en su momento, accedió a su merecido derecho a casarse con su actual esposa, también debería conocer y respetar las normas de convivencia urbana.
¿El Stonewall argentino?
Ese día, algunos medios aprovecharon que se conmemoraba el Día del Orgullo Gay para hacer comparaciones entre el caso de Mariana y el de los Disturbios en el Stonewall Inn. En aquel lugar, el 28 de junio de 1969 hubo disturbios entre policías y activistas en una violenta redada y por eso la comunidad LGBTI de todo el planeta reivindica cada año sus derechos. De todos modos, la jueza Marta Yungano consideró que por las lesiones leves que sufrió una oficial en el contexto de resistencia a la autoridad durante la detención de Mariana, cabía la pena de un año de prisión en suspenso.
Mariana es la que menos ha dicho en público al respecto. Se descompensó tras escuchar el fallo. El día de la detención, ante las cámaras, había asegurado que se disculpó con la agente tras haberle arrancado el cabello, también consideró que había dos violadores en su familia que estaban en libertad y a ella la detenían por haber fumado un “cigarro Marlboro”. Y también cierto, hay desigualdades enormes. Se vieron claramente, durante la detención del empresario Esteban Mallorca Tebaldi, cuando los prefectos impávidos veían cómo el denunciado por intento de femicidio repartía golpes a mansalva al grito de “no me van a poder detener”.
En tanto, aunque recién el 5 de junio se conocerán los fundamentos legales de la sentencia, la coordinadora de la Defensoría LGBT de la Ciudad de Buenos Aires, Flavia Massenzio aseguró que trabajan “en el pedido de jury de enjuiciamiento a la jueza que firmó este fallo” y que lo presentarían el lunes 1 de julio. El colectivo Actrices Argentinas repudió la decisión judicial y subió a su cuenta de Instagram imágenes de parejas de mujeres besándose. Rocío afirmó que van a apelar el fallo y calificó como lesbo-odiante a la jueza Yungano y dijo “ahora vamos a tener que andar con cuidado un año porque Mariana podría ir a la cárcel”, echando más leña al fuego de los detractores de Mariana que ahora se preguntan “¿con cuidado de qué?”.
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