Una joven fue violada y acuchillada frente a su hijo
Ocurrió ayer a la mañana en Gutenberg al 2700. El agresor había entrado a robar al almacén de la víctima, que fue ultrajada delante de su sobrino también. Anoche estaba internada en grave estado.
Una mujer de 29 años fue salvajemente violada y atacada ayer a la mañana por un hombre que la sorprendió en su vivienda y negocio de Villa Banana y le provocó cortes profundos en el cuello y en la zona genital. La aberrante escena transcurrió delante de dos adolescentes, un hijo y un sobrino de la víctima, que fueron maniatados con medias y obligados a presenciar la situación. Uno de ellos logró liberarse, se abalanzó sobre el agresor y pudo ponerlo en fuga, aunque también resultó herido en las piernas.
Anoche, al cierre de esta edición, la víctima estaba internada en grave estado y con pronóstico reservado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). El hecho ocurrió muy cerca de la casilla donde hace ocho meses fue vejada y asesinada una nena de 12 años en un ataque atribuido a una banda que comete todo tipo de atrocidades en esa zona del oeste rosarino (ver aparte).
Asalto
No era más de las 6 de la mañana de ayer cuando, bajo un cielo plomizo con amenaza tormenta y lluvia, Andrea F. sacaba la basura de la noche anterior al contenedor. Mientras tanto, esperaba la llegada del distribuidor de pan que le abastece la pequeña granja que tiene en su casa de Gutenberg al 2700, un callejón de tierra que se interna en Villa Banana, a la altura de 27 de Febrero al 4500 y a metros del Centro Municipal de Distrito Oeste Felipe Moré.
La mujer de 29 años nunca imaginó la horrible situación que atravesaría unos minutos después. Sin advertirlo, y casi detrás suyo, ingresó a su salón de ventas un hombre con intenciones de robo que con prepotencia le exigió que le entregara dinero, cigarrillos y comida, entre otras cosas
“Ahí tenés, llevate todo, no le hagás nada a los chicos”, contaron que le rogó la mujer al intruso para que se conformara y así evitar que sus intenciones no fueran más allá, conocedora de los códigos del ambiente que la rodea.
Pero el padecimiento iba a ser mayor. Con enfermiza y fría crueldad el agresor buscó en la casa medias con las cuales maniató a un hijo y a un sobrino de la mujer, ambos de 15 años, y los convirtió en espectadores del abuso que se aprestaba a perpetrar.
Delante de ellos se bajó lo pantalones y sometió sexualmente a Andrea. Para lograr su objetivo le provocó una herida cortante y profunda en el cuello con un cuchillo que tomó del almacén. El ensañamiento fue tal que además le aplicó cortes y puntazos en la entrepierna y un golpe contundentes en la cabeza.
Mientras transcurría la espantosa escena, uno de los adolescentes logró liberarse de la atadura y se tiró encima del extraño. En medio de un charco de sangre, se trabaron en una breve y desigual lucha, pero aunque el jovencito resultó herido con cortes en las piernas, se las ingenió para tomar un palo y poner en fuga al violador.
La mujer víctima y el chico herido fueron asistidos por médicos del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) y trasladados al Heca. Al adolescente le realizaron curaciones y le dieron el alta, mientras que Andrea permanecía internada ayer en estado reservado.
Desesperación
En medio de la angustia por semejante situación pero también temerosa por una realidad que parece no agotarse y mantiene rehenes de bandas a familias de esa abandonada zona de Rosario, allegados a la víctima esperaban novedades de su estado de salud en la sala de espera del Heca.
“Tiene traumatismo de cráneo por golpes, un corte enorme en el cuello y dos más en la entrepierna. Me dijeron que está en estado reservado. Esto no puede quedar así, se tiene que saber, es aberrante. Ella y los chicos que vieron todo quedaron en estado de shock”, relató desesperada a LaCapital una persona allegada a Andrea.
En ese contexto, los dos adolescentes que pudieron aportar alguna reseña o dato del agresor declararon ayer en la comisaría 13ª, mientras que una brigada de la Policía de Investigaciones (PDI) con gabinete de policía científica y rastros trabajan ayer a la mañana sobre la escena del suceso que es investigado por el fiscal Matías Ocariz, de la Unidad de Delitos Sexuales.
Al cierre de esta edición, no se habían reportado detenciones relacionadas con el aberrante hecho.
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