Captura de alto perfil
Una mujer detenida en el estadio de Barracas terminó teniendo una conexión con el crimen internacional
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Lorena Yedro fue identificada en el control de acceso de Barracas Central. Está acusada de actuar como pieza clave de una organización que usaba perfiles falsos para engañar y vaciar cuentas. En la causa constan transferencias a países africanos ligados a células extremistas.
Una nueva impactante causa sacude al conurbano bonaerense: la mujer detenida el domingo pasado en el estadio de Barracas Central quedará a disposición de la Justicia, acusada de integrar una red de estafas internacionales que, según los investigadores, giraba dinero hacia países africanos vinculados a grupos terroristas.
¿Por qué la detuvieron?
Se trata de Lorena Daiana Yedro, de 37 años, vecina de la Villa Zavaleta y reconocida simpatizante de Barracas Central. La Policía de la Ciudad la arrestó en el ingreso al estadio, durante los controles de seguridad desplegados antes del partido.
Yedro tenía un pedido de captura internacional que pesaba sobre ella desde 2024, dispuesto por el juez Manuel De Campos, en el marco de una causa que data de 2019.
Durante su detención fue trasladada a la comisaría vecinal 4D, donde aguardó ser indagada; hasta el momento, se negó a declarar.
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Cómo operaba la banda de estafadores
Según la investigación judicial, Lorena Yedro formaba parte de una red liderada por un nigeriano prófugo conocido como Obinna Chukwuemeka Ejikeme —alias “Bobby”—, una organización internacional de estafas que combinaba engaños sentimentales con transferencias de dinero fraudulentas.
El modus operandi era similar al “cuento del tío”: la banda contactaba a sus víctimas, muchas veces mujeres argentinas, ofreciéndoles relaciones sentimentales ficticias. A cambio, convencían a las víctimas de enviar dinero mediante giros internacionales por servicios como Western Union. Los montos eran elevados: en un caso, una mujer llegó a girar el equivalente a 2 millones de pesos argentinos.
En otras maniobras, presentaban identidades falsas: por ejemplo, simulaban ser un “marine retirado” custodiando pozos petroleros en el exterior o un ingeniero geofísico trabajando en regiones remotas —siempre con la excusa de peligro, necesidad de dinero urgente o inversión segura— para justificar los giros.
La banda no sólo habría estafado a muchas personas en Argentina. Según los datos recabados, desde Barracas se hacían transferencias regulares hacia países como Senegal, Tanzania y Nigeria —países vinculados con la organización terrorista islámica Boko Haram.
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Cómo terminó este capítulo del caso
La caída de Yedro representa un golpe contundente para la organización. Junto con su detención, las autoridades precisaron que se complica la estructura financiera de la red: se secuestraron pruebas que incluyen giros internacionales salientes y vinculaciones bancarias.
En los últimos meses, otros miembros de la banda también habían sido identificados y detenidos —entre ellos un sujeto conocido como Ikechukwue Ndubuisi, alias “Anthony”, arrestado en octubre en el aeropuerto de Ezeiza mientras intentaba regresar al país
Ahora, con Yedro tras las rejas, la Justicia espera avanzar en el análisis de sus cuentas bancarias y los movimientos internacionales. Si se confirman los vínculos denunciados, podría quedar comprobado que se financiaban actividades terroristas a través de las estafas.
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Qué hacía el “terrorista” que financiaban
El supuesto cabecilla de la banda —“Bobby”—, es buscado por la Justicia. Las investigaciones indican que parte de lo recaudado en Argentina no quedaba en manos de estafadores comunes, sino que era enviado al exterior como financiamiento para organizaciones terroristas vinculadas a Boko Haram.
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Es decir: la estructura funcionaba con un doble objetivo delictivo: por un lado, estafas a ciudadanos vulnerables en Argentina; por otro, desvío de fondos hacia grupos extremistas en África. Si se confirman todas las hipótesis, estaríamos ante un caso que trasciende lo local —y que podría tener implicancias de seguridad internacional.

