Una polémica feria le impide a un club poder cercar el predio
Algunos vendedores informales de La Saladita, en la zona sur, derriban el muro de Unión Sáenz Peña, lo que le ocasiona graves perjuicios a la entidad.
Directivos del club Unión Sáenz Peña, ubicado en la zona sur de la ciudad, denunciaron ante la comisión de Producción y Promoción del Empleo del Concejo Municipal, que la entidad deportiva atraviesa un conflicto con un grupo reducido de feriantes de La Saladita, que funciona en un sector aledaño, ya que le impiden la concreción de un muro que le otorgaría un cerramiento perimetral definitivo al terreno.
El club está situado en Láinez al 500 (a la altura de Ayacucho al 5900), tiene más de 80 años de historia en el barrio, cumple un rol de integración social muy importante, y para llevar a cabo esta construcción utiliza un programa financiado por fondos públicos de la Nación, que le exige la finalización de los objetivos planteados para poder seguir otorgando partidas para la institución.
Según remarcó un dirigente, el cerramiento es necesario para poder desarrollar las prácticas deportivas en el lugar con mejores condiciones de higiene y seguridad. Y también para que el club pueda volver a participar de la liga rosarina de fútbol. Pero comentó que cada vez que intentan comenzar a levantar el muro, por la noche es derribado por un grupo reducido que desarrolla por calle Láinez su actividad comercial informal.
“Este club participó de un programa del Ministerio de Trabajo de la Nación, que se llama Construir Empleo. Este programa financia obras de infraestructura puntuales para clubes de barrio, de relevancia social en esos lugares. Dentro de las obras que ellos estaban obligados, está la de construir un paredón de cerramiento. Pero no pueden construir por la permanente invasión de algunos feriantes”, comentó el concejal Martín Rosúa, presidente de la comisión.
El edil contó que “el conflicto creció y fue poniendo a los vecinos y socios del club en contra de este grupo de feriantes. Esto genera una situación de tensión en la zona y de incumplimiento ante el Estado nacional”.
Ante este escenario, la comisión de Producción y Promoción del Empleo tomó la resolución de darle intervención al Ejecutivo municipal “para que ejerza las tareas de control y seguimiento necesarias, durante todo el tiempo que dure la obra, para poder evitar así los conflictos entre el club y los feriantes”.
“La comisión también enviará un comunicado al Ministerio de Trabajo de la Nación para explicar la situación del club y otorgarle un respaldo oficial. Comprometiéndonos también a que se realice en el corto plazo”, apuntó Rosúa.
De acuerdo a los relevamientos del Concejo, La Saladita tiene alrededor de 500 feriantes. “Los números de este tipo de ferias aumentan exponencialmente en las épocas de crisis económicas”, destacó Rosúa, quien también subrayó que “para poder manejar estas situaciones, se necesita regular la actividad. Algunos prefieren negar esta realidad, evitarla, o no mirarla, pero hay que aceptarla. Y el Estado tiene una sola forma de intervenir, que es a través de una regulación, que implique derechos y obligaciones, que determine dónde se puede funcionar, cómo se interactúa con el espacio público, y reglamentar las formas de participación de los feriantes”.
“Que se resuelva”
“El conflicto está centrado sobre calle Láinez y produce cruces entre los directivos del club y los feriantes de esa zona. Nosotros esperamos que todo se pueda resolver sin inconvenientes, porque ese predio es del club y muchas veces está ocupado o se tira basura”, le confió ayer a este diario una de las puesteras más antiguas de la feria La Saladita.
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