Vecinos de Casilda piden más seguridad
Los habitantes del barrio Yapeyú reclamaron mayor protección y lo exteriorizaron en una asamblea donde dijeron que se agotó su paciencia.
Una seguidilla de hechos delictivos registrados en los últimos días agotó la paciencia de vecinos que se movilizaron en el Barrio Yapeyú de Casilda en reclamo de mayor seguridad para recuperar la tranquilidad y dejar de sentirse “desprotegidos”.
Al menos así lo visibilizaron en el marco de una asamblea desarrollada en las instalaciones de Casilda Club ante la preocupante situación con la que no están dispuestos a seguir conviviendo.
Aunque no se trata de episodios de gravedad sino, en la mayoría de casos, de robos menores o vandalismo no deja de ser una problemática que intranquiliza a esta barriada situada sobre uno de los márgenes de la ruta nacional 33 que atraviesa el radio urbano casildense.
Y no menos evidente en los habitantes de la zona es la sensación de impunidad que provoca saber que “son siempre los mismos los que delinquen pero no pasa absolutamente nada”, aseguran.
Claro que lejos de resignarse hicieron causa común y trazaron un plan de acción en busca de respuestas por parte de distintos estamentos del Estado. Además de plantear la problemática a autoridades municipales que se comprometieron a tomar medidas piden un mayor “compromiso y accionar” tanto de la policía como la Justicia con la vista puesta en la prevención y represión del delito.
El detonante que movilizó a Yapeyú fue un nuevo hecho de inseguridad que tuvo como blanco el Casilda Club, cuya institución tiene establecido su polideportivo en pleno corazón del barrio. Ello terminó dejando al descubierto situaciones vividas por distintas familias que también fueron víctimas de delitos y sumaron su testimonio para fortalecer el reclamo.
“Que roben o cometan destrozos no es nuevo al punto que si no fuera por la función social que cumple el club habría que cerrarlo”, sintetizó la prosecretaria de la entidad, Paula Tugores, para dimensionar la situación que derivó en la convocatoria donde los vecinos resolvieron los pasos a seguir.
En ese contexto ya mantuvieron una reunión con funcionarios municipales que asumieron la responsabilidad de hacer frente a algunas necesidades. Al respecto el secretario municipal de Seguridad Ciudadana, Federico Censi, indicó ayer a La Capital que el gobierno local prevé mejorar la iluminación y llevar adelante tareas de desmalezamiento en distintos sectores del barrio además de reponer una cámara de seguridad que funcionaba en inmediaciones de la Escuela San Martín y quedó fuera de servicio al ser afectada por una descarga eléctrica.
Destacó que también se “diagramó un recorrido de la Guardia Urbana Municipal para (garantizar) más presencia en el barrio, especialmente en estos días donde hay algunas personas que vienen haciendo de las suyas”.
El funcionario asimismo dijo haber recomendado a los vecinos que ante situaciones de inseguridad o movimientos sospechosos “se pongan en contacto con (el servicio de emergencia 911) además de habernos comprometido a gestionar una reunión con el jefe de policía” de la UR-IV, la cual se concretaría hoy.
También comentó que los vecinos expresaron su malestar al advertir que “quienes cometen delitos, y tienen antecedentes, siguen en libertad” a lo que el funcionario dijo que “es una respuesta que le compete al Justicia y no al municipio”.
Los vecinos ya plantearon su postura en la órbita de la Fiscalía casildense en procura de que “se ponga coto” a comportamientos delictivos de personajes “archiconocidos” en el barrio, especialmente un muchacho aparentemente con problemas psiquiátricos que tiene en vilo al barrio y este fin de semana robó a un carnicero. “Dicen que hacen lo que pueden, pero nosotros nos sentimos desprotegidos”, indicó a este cronista una vecina que prefirió mantener en reserva su nombre “para no tener problemas”.
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