Juicio por jurados
Condenaron a “Baracus” Romero por el crimen de Erminda Dominga Favot en San Javier
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La mujer de 79 años fue atacada y estrangulada en diciembre de 2022, adentro de su pieza. El asesino le robó los 60 mil pesos que había cobrado por su jubilación. Mario Humberto Romero fue hallado culpable de homicidio criminis causae y sentenciado a prisión perpetua.
Mario Humberto “Baracus” Romero fue hallado culpable por el jurado en el juicio oral que se realizó esta semana por el crimen de Erminda Dominga Favot, una mujer de 79 años que fue asesinada a fines de 2022 adentro de su propia casa en la ciudad de San Javier.
El proceso, que fue presidido por el juez Lisandro Aguirre, se llevó adelante en los tribunales de la capital provincial, comenzó el lunes y terminó este martes.
Según logró demostrar la fiscalía, Romero trabajaba haciendo changas -fundamentalmente como jardinero- para la víctima. Este hombre se ganó la confianza de la mujer y así logró -veinte días antes de su muerte- que ella le permitiera ingresar a su casa para ir al baño.
El hombre aprovechó esa oportunidad para entrar a la pieza de la propietaria y robarle la tarjeta de débito con la que la víctima cobraba su jubilación.
Ella se dio cuenta y denunció el hecho. Ante el banco, inhabilitó el plástico; y ante la policía, apuntó contra Romero. Por este "hurto", también fue hallado culpable Romero este martes.
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Este hombre intentó en los días siguientes hacer extracciones desde la cuenta de la víctima. Así lo confirmó la entidad crediticia, al cotejar los datos del sistema con las grabaciones de las cámaras de un cajero sanjavierino, en donde se lo ve al acusado haciendo fallidos intentos de retirar efectivo.

Plan
Dos personas que vivían con Romero por aquellos días, su hijastra que tenía 17 años y el novio de ella, contaron como testigos que horas antes del crimen de Dominga el hombre lanzó frases que resonaron luego en el recinto durante la audiencia del lunes por la tarde.
Contaron que él les dijo que sabía que “la vieja” tenía plata, que le iba “a entrar”, que sabía como hacerlo por la ventana de la cocina, que si era necesario la iba a atar.
Justamente por esa abertura entró el criminal. Sobre la mesa de ese ambiente de la casa, en el mantel de hule, quedó la marca de una pisada que fue clave. Esa huella coincidió con la de las zapatillas que solía usar Romero, tipo botitas, de color negro. Este calzado fue secuestrado en la casa del acusado.

"Honrar"
Por otra parte, varias cámaras de vigilancia privadas de propiedades cercanas a la de la víctima tomaron en horas próximas al momento del crimen a un hombre deambulando. Este sujeto estaba vestido con un buzo azul deportivo (pantalón y campera) igual a uno que solía usar Romero y que fue hallado luego del hecho en su vivienda.
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Un elemento clave durante el juicio fue el análisis de ADN que se realizó sobre pelos que los peritos hallaron en la mano izquierda de Dominga. Los exámenes determinaron que pertenecían a Romero.
“Fue el último y desesperado acto de defensa de Erminda. Una mujer de 79 años, en la soledad de su casa, frente a un hombre joven, más fuerte y más alto. Intentó una defensa que no iba a tener éxito para evitar que la matara. En su terror, debió saber que su fin estaba sellado. Pero logró agarrar esos pelos del pecho de Romero para asegurar que su muerte no quede impune.
"La única manera de honrar a Erminda y ese último intento de defensa está en sus manos ahora”, le dijo al jurado el fiscal Francisco Cecchini al concluir su alegato de clausura.
Las pruebas presentadas por los fiscales (también representó al Ministerio Público de la Acusación el doctor Guillermo Persello) fueron cuestionadas por la defensa, que estuvo a cargo de los abogados del servicio público Virginia Segado y Nicolás Mosconi.

Finalmente, a pesar del planteo de inconstitucionalidad presentado por los defensores de Romero, el juez Aguirre le impuso al condenado la pena de prisión perpetua, la única posible que establece la legislación para el delito que cometió el "jardinero": homicidio criminis causae.
"La mató para poder robarle y para que ella no lo denuncie, porque lo conocía y ya lo había denunciado antes", aseguró el fiscal Cecchini en los alegatos.
