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Robo salvaje: un oso entró a una tienda en California y se llevó chocolates

Con total calma, abrió la puerta automática, recorrió los pasillos y eligió sus golosinas favoritas. El inusual comportamiento del animal generó risas, sorpresa y una advertencia de las autoridades sobre los riesgos de esta convivencia cada vez más frecuente.
Una escena insólita se vivió el martes 20 de mayo de 2025 en Olympic Valley, California, cuando un oso negro ingresó tranquilamente a una tienda local y se dirigió directamente a la sección de dulces. El momento, que fue captado en video por testigos, se volvió viral en redes sociales por lo surrealista de la situación: el animal parecía actuar como un cliente habitual.
Sin mostrar signos de agresividad, el oso entró por la puerta automática con naturalidad, recorrió los estantes y seleccionó varias barras de chocolate, ignorando por completo a los atónitos empleados y compradores. En TikTok y otras plataformas circulan videos donde se lo ve olfateando los productos con precisión, confirmando una clara predilección por los snacks azucarados.
Los trabajadores de la tienda, sorprendidos pero cautelosos, intentaron mantener la distancia y evitar cualquier confrontación. El oso, por su parte, tomó lo que quiso y abandonó el lugar sin causar daños, dejando a su paso una mezcla de risas y preocupación.
Este tipo de encuentros no es nuevo en la región. En 2022, otro oso fue registrado entrando varias veces a un 7-Eleven de la zona en busca de Pop-Tarts y dulces. La repetición de estos casos ha despertado la alerta de las autoridades de California, que insisten en la importancia de asegurar la basura y evitar dejar comida accesible, para prevenir que los osos se habitúen a los espacios urbanos.
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Aunque la escena pueda parecer adorable o digna de una comedia, expertos advierten que la familiaridad de estos animales con los entornos humanos puede convertirse en un problema serio. Un oso que pierde el miedo al hombre corre el riesgo de ser reubicado o, en el peor de los casos, sacrificado.
Por ahora, el visitante de Olympic Valley se ha ganado la simpatía del público digital, pero su historia también pone en evidencia el delicado equilibrio entre naturaleza y civilización.