Escándalo en Rosario
Siete empleados del HECA fueron detenidos por robar medicamentos

Los acusan de sustraer insumos y fármacos del hospital. Parte del botín fue hallado en sus casas tras allanamientos.
Un operativo conjunto entre la Justicia provincial y fuerzas de seguridad terminó con siete empleados del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) de Rosario detenidos bajo cargos de hurto y malversación de medicamentos e insumos médicos. Las detenciones se produjeron el pasado 3 de julio, luego de una investigación iniciada tras una denuncia interna del hospital.
Medicamentos ocultos y hallazgos en domicilios
Los acusados fueron identificados como Antonio A., Javier D., Darío F., Oscar L., Roberto R., Nelson S. y Eduardo T.. Todos tienen o tuvieron vínculos laborales con el HECA, en sectores como Control Interno, Economato, Ropería y el área de residuos. La jueza Trinidad Chiabrera dispuso prisión preventiva por 30 días ante el posible entorpecimiento de la causa.
Durante los allanamientos realizados en Rosario y Villa Gobernador Gálvez, se recuperaron fármacos e insumos médicos cuya procedencia se comprobó en el inventario del hospital. Se secuestraron barbijos, agujas, gasas, soluciones fisiológicas, medicamentos bajo receta y otros elementos sanitarios.
Dos grupos, una mecánica similar
Según el fiscal José Luis Caterina, la causa se organiza en dos líneas investigativas. Un primer grupo fue monitoreado durante 10 meses. El segundo fue detectado hace mes y medio. Ambos habrían operado por cuentas separadas, pero con métodos similares.
Uno de los principales investigados es Eduardo T., empleado de Control Interno, que habría retirado insumos desde la oficina de “Teléfonos (‘Cero’)” en cajas y mochilas, trasladándolos a una cochería contratada por el municipio que tenía acceso a la morgue. En su domicilio se hallaron 180 comprimidos de Enalapril, 21 agujas y cinco paquetes de barbijos.
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Funcionarios que no denunciaron
Antonio A., coordinador del área en el mismo período, está acusado de encubrimiento agravado y omisión de denuncia, pese a tener conocimiento de las maniobras. En su casa se encontraron muestras médicas de Niten Max, Losartán y Amlodipina.
Otro imputado, Darío F., también de Control Interno y ex responsable de Economato, tenía en su poder gasas, agua oxigenada, barbijos y medicamentos recetados, entre ellos dexametasona y diclofenac.
Sustracción desde distintas áreas del hospital
Desde el sector de residuos, Fernando L. está acusado de guardar en su locker personal y domicilio medicamentos para tratar hipertensión, acidez estomacal, ansiedad y dolor. Entre ellos, diazepam, diclofenac, dexametasona y otros fármacos de uso restringido.
En Ropería, se investiga la responsabilidad de Roberto R., Nelson S. y Javier D., quienes habrían ocultado sondas, jeringas, pervinox, alcohol, omeprazol y medicamentos inyectables en sus puestos de trabajo. Se secuestraron 450 cajas de Normolipol, 90 de Furotral, 30 de Vedilep Multidosis, 60 de Valsalep y 150 de Nebibloc.
Hipótesis de red de reventa
El caso avanza también sobre una segunda línea investigativa: una posible red de venta ilegal de los insumos sustraídos. Según fuentes judiciales, se detectaron publicaciones en redes sociales donde se ofrecían medicamentos de manera irregular. La hipótesis apunta a que parte del material podría haber sido robado también de otros centros de salud municipales.
La investigación se apoya, además, en intervenciones telefónicas que revelarían una reiteración sistemática de maniobras de hurto, así como el uso de vehículos oficiales para el traslado del material robado.