Todas las actividades deberán cerrar a las 19.30 en el Gran Rosario
Será por el término de 14 días. Solo quedarán las farmacias, los take away y los delivery después de esa hora. Es para disminuir los contagios.
La aceleración de la curva de contagios de coronavirus en algunas zonas de la provincia, fundamentalmente Rosario y su conurbano y el departamento General López, llevaron a que el gobierno provincial, en consenso con los intendentes, anunciara algunas restricciones para achicar la circulación de personas, sin cerrar comercios ni actividades productivas. Así, el gobernador Omar Perotti comunicó que todas las actividades tendrán como hora tope las 19.30, salvo las farmacias de turno, los take away (hasta las 22) y los servicios de delivery (hasta las 23). La medida empieza a regir este sábado y es por 14 días.
El gobernador Omar Perotti se reunió antes del anuncio con los intendentes de las localidades donde más preocupa el crecimiento de los contagios, entre ellos el de Rosario, Pablo Javkin. La ciudad es donde se concentra la mayoría de los casos de la provincia.
“Queremos comunicar cambios porque en los últimos días se ha acelerado la tasa contagios. Queremos que este gran aglomerado siga cuidado y con una respuesta sanitaria” adecuada, arrancó el gobernador.
Y dijo que las medidas abarcan a todo el Gran Rosario, desde Timbúes hasta Arroyo Seco, “suspendiendo todas las actividades a partir de las 19.30”. El objetivo, explicó, es “disminuir la circulación” sin cortar actividades.
Dentro de ese horario, se mantendrá la posibilidad de realizar caminatas recreativas “siempre con distancia y barbijo. La idea es que haya circulación pero no aglomeración”, remarcó.
El gobernador aclaró también que “Venado Tuerto y Firmat, en el departamento de General López, van a adoptar la misma modalidad”, por lo que las actividades se podrán realizar hasta las 19.30.
Además, dijo que la situación en Santa Fe y Santo Tomé está bajo análisis, pues también son lugares con circulación comunitaria.
Este viernes se conoció, a través de un informe que publicó La Capital, que el tiempo de duplicación de casos bajó de 15 a 11 días en una semana en la ciudad, que el índice RT (que es nada menos el promedio de contagios por cada caso positivo) se elevó de 1,29 a 1,51 y que las camas críticas ocupadas en el sector público, que la semana anterior eran cerca de un 63 por ciento del total, subieron a 75 por ciento (aunque solo el 8 por ciento corresponde a casos de Covid-19).
Esas tres variables marcan el avance de la enfermedad en la ciudad. Pero es otra la que más alarma genera en las autoridades: hubo en los últimos tiempos un aumento considerable de los testeos, que fue acompañado por un aumento del porcentaje de positivos.
“El riesgo es llegar a una situación como la que se produjo en el Amba. No nos puede pasar eso”, dijo una fuente sanitaria consultada por La Capital, con el foco en esa última variable.
Eso es lo que llevó a plantear la necesidad, desde el punto de vista epidemiológico, de intentar reducir el número de personas en las calles y espacios públicos.