Un ladrón fue detenido y entre lagrimas pidió por su mamá

Al verse rodeado por vecinos, el delincuente pidió clemencia para que no lo lincharan. Luego, vino la Policía, el malviviente quedó cara a cara con su víctima, rompió en llanto y comenzó a suplicarle a la mujer que no lo denunciara.
Una vieja frase dice “¡Si te gusta el durazno, bancate la pelusa!”, y la misma puede ser aplicada en la localidad peruana de Surco, donde un malviviente de 19 años le robó un celular a una mujer de manera violenta, pero cuando fue detenido por la policía local, se puso a llorar y pidió por su madre.
Se trata de Alan Steve Rojas Depaz, quien subió a un bus de transporte público en la calle Fernando Faustor y minutos después golpeó a una pasajera y le quitó su teléfono.
Cuando era agredida, la víctima gritó desesperadamente por ayuda y un grupo de pasajeros intervino. Sin embargo, el delincuente logró bajar del vehículo y escapar, mientras era perseguido por transeúntes.
Rojas Depaz se escondió en el pasaje Huerta Esquivel, llevaba una mochila con ropa y tuvo tiempo de cambiarse en un intento por pasar desapercibido. Sin embargo, un grupo de personas lo encontró y evitó su fuga.
Los agentes lo llevaron esposado hasta el móvil y la víctima ingresó la acusación en la sede policial. El ladrón, entretanto, siguió llorando mientras pedía por su mamá.
Denuncia de la víctima
“Cuando me robó, el chico tenía un polo rojo. Bajó del carro, se lo quitó y se quedó con uno de color negro para que nadie se diera cuenta. El celular lo tenía a la altura de su barriga”, narró la víctima en declaraciones reproducidas por el medio local La República.
Un agente que intercedió para impedir la fuga del ladrón detalló que “se pudo detener a la persona con ayuda de los mismos vecinos y pedimos ayuda a la Policía. El intervenido en su defensa dijo que no había sido, pero la propietaria lo reconoció”.