En Francia 2700
Ataque feroz en Santa Fe: su ex la esperó afuera de su edificio y la golpeó con una manopla de hierro
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El agresor, que estaba armado con una manopla de hierro, esperó a la mujer a la salida de su edificio y la atacó en la vereda, el ascensor y su departamento. Luego el hombre se autolesionó con un corte profundo en el cuello.
La mañana del lunes comenzó con un hecho de extrema violencia de género en pleno centro santafesino. Pasadas las 6.20, una mujer de 35 años fue atacada por su ex pareja, quien la esperó a la salida del edificio donde vive, en calle Francia al 2700.
El agresor, identificado como M. S. de 38 años, estaba armado con una manopla de hierro, con la que le provocó heridas sangrantes en la cabeza y el rostro.
De acuerdo a los primeros reportes policiales, la víctima -empleada municipal- fue interceptada cuando salía rumbo a su trabajo. El hombre la esperaba en la vereda y, sin mediar palabra, la golpeó violentamente en el palier del edificio. “Tenía una manopla con la que le abrió la cabeza”, contó el hijo mayor de la mujer, que recibió los primeros mensajes de alerta de sus hermanos menores.
“Yo estaba yéndome para la escuela y mi hermanito me manda un mensaje diciéndome que mi mamá estaba golpeada, que en el palier él mismo se metió y ahí con una manopla le abrió la cabeza. No sé si le llegó a dar cuchilladas porque me dijeron que tenía un cuchillo”, relató el joven.

Gritos y caos en el edificio
La víctima intentó refugiarse dentro del edificio, pero el agresor la siguió hasta el ascensor y continuó golpeándola. Los gritos alertaron a varios vecinos, que llamaron al 911. Ante la inminente llegada policial, el violento huyó hacia la zona de cocheras, en una parte del inmueble que está en obra, y allí se provocó un profundo corte en el cuello con un arma blanca.
Personal del Comando Radioeléctrico y la Motorizada asistieron a la mujer, que estaba tendida en el piso y perdiendo abundante sangre, y solicitaron ambulancias del 107 para ambos.
Historia de violencia continúa
El testimonio del hijo de la víctima pone en evidencia una historia de acoso y agresiones previas. “Ellos ya habían terminado hace un año, pero él la seguía acosando. Le mandaba mensajes, sabía nuestros horarios, dónde vivíamos.
Ella hizo denuncias, fue al Ministerio de la Mujer, y nada pasaba. Tenía medidas de restricción, pero siempre quedaba libre. Era barra brava de Unión y estaba metido en cosas raras”, expresó el joven.
También contó que su madre tenía botón antipánico en el celular, aunque no sabe si llegó a activarlo en medio del ataque. “Mis hermanos chicos estaban en casa, vieron todo después. Ella subió ensangrentada, se quedó con ellos. Yo me enteré por un mensaje y ahí llamamos a mi abuela, que pidió urgencias”, recordó entre lágrimas.

Al advertir la inminente llegada policial, el agresor se retiró hacia la zona de cocheras, en una parte del edificio en construcción. Allí, según informaron los actuantes, se autolesionó con un arma blanca, provocándose un corte profundo en el cuello. La gravedad del corte motivó la solicitud de ambulancia en código rojo.
La mujer fue trasladada al Hospital José María Cullen, donde fue atendida por múltiples golpes en rostro y brazos. Se encuentra fuera de peligro, acompañada por familiares y contenida por equipos del área de género del MPA. En tanto, el hombre ingresó al shock room con un corte profundo en el cuello, en estado delicado y con custodia policial.
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Violación de la restricción
Fuentes policiales confirmaron que el agresor violó una medida de restricción vigente dictada por la justicia. El caso quedó bajo investigación de la Fiscalía de Violencia de Género, que dispuso medidas de protección para la víctima y la intervención de personal especializado.
“Hace años la venía hostigando”
La familia sostiene que los episodios de acoso eran constantes y que existían antecedentes de violencia anteriores, incluso cuando la pareja ya estaba separada. “Hace años viene pasando esto. Él siempre se salía con la suya porque tenía contactos. Mi mamá vive con miedo hace mucho”, expresó el hijo.
El ataque ocurrió en la vía pública, a plena luz del día, y con los hijos de la víctima en el domicilio, lo que multiplica la gravedad del hecho. Los vecinos del edificio de calle Francia aún no salen de su asombro. “Se escuchaban los gritos y los golpes, fue algo desesperante. Nadie entendía lo que pasaba hasta que llegó la policía”, relató una residente del lugar.
El episodio, ocurrido en plena zona céntrica y a plena luz del día, vuelve a poner en evidencia la persistente problemática de la violencia de género en la capital provincial.