Con el ingreso de 8 exjugadores, cambian las estrategias y las reglas en la casa de Gran Hermano

El ingreso de ocho exparticipantes a la casa de Gran Hermano (Telefe) cambió por completo la dinámica del reality.  La nueva etapa incluye la posibilidad de ser expulsados en duplas y la promesa de un premio especial para quienes lleguen más lejos en este nuevo esquema de juego.

Con una gala que mezcló reencuentros emotivos, alianzas estratégicas y decisiones inesperadas, la producción impulsó un giro dramático en la competencia. Cada jugador debió elegir a su compañero entre los exjugadores que volvieron a la casa más observada del país. El azar —a través de un bolillero— definió el orden de selección que debían seguir.

El miércoles 28 de mayo, luego de la eliminación de Lourdes Ciccarone en un mano a mano final contra Katia Fenocchio, Santiago del Moro reunió a los 8 finalistas en el SUM. La excusa inicial fue una cena informal y la proyección de un capítulo de Los Simpson. La tranquilidad duró poco. Con valijas en mano, uno a uno fueron entrando ocho exjugadores, mientras los participantes observaban la escena desde las pantallas sin entender el propósito del reencuentro.

Los exconcursantes elegidos para regresar fueron: Chiara Mancuso, Andrea Lázaro, Santiago “Bati” Larrivey, Martina Pereyra, Petrona Jerez, Giuliano Vaschetto, Jenifer Lauría y Luciana Martínez. La selección no fue arbitraria: todos ellos fueron importantes dentro del reality y su retorno implica “acompañar, asesorar y jugar junto a un finalista” hasta que alguno de los dos sea eliminado.

La primera en obtener su número fue Katia “La Tana” Fenocchio, que no dudó en tomar de la mano a Petrona Jerez. “Porque la quiero”, explicó. La elección fue llamativa por el escaso tiempo que ambas compartieron en la casa. Durante el debate, algunos panelistas sugirieron que Katia podría estar buscando en Petrona una figura de contención emocional o “materna”.

El segundo turno fue para Luz Tito, que se apresuró a elegir a Luciana Martínez, su amiga y excompañera del “Tridente”. El vínculo entre ambas se mantiene intacto, y el reencuentro no hizo más que reforzarlo. El gesto fue recibido con entusiasmo, en especial por los seguidores del grupo que integraban también con Santiago “Tato” Algorta.

Sandra Priore eligió sin titubeos a Andrea Lázaro, quien volvió a la casa tras haberse retirado por cuestiones de salud. La emoción del reencuentro fue tal que Sandra rompió en llanto al verla. La escena conmovió a la audiencia y fue destacada por la analista Laura Ubfal como uno de los momentos más sensibles de la noche.

A continuación, Eugenia Ruíz seleccionó a Bati Larrivey, con quien compartió ingreso en calidad de “nuevo” y formó una alianza inicial que había quedado inconclusa. Luego fue el turno de Selva Pérez, que eligió a Chiara Mancuso. La elección descolocó a la joven, quien al ingresar protagonizó una escena hilarante con Ulises: apenas se vieron, Chiara se le lanzó encima con un fuerte abrazo, desatando risas tras una caída.

El cordobés Ulises Apóstolo optó por Jenifer Lauría, y poco después llegó el momento más esperado: el turno de Tato Algorta, señalado en numerosas oportunidades por los televidentes como uno de los responsables de la salida de Martina Pereyra. Contra todo pronóstico, la eligió a ella como su compañera.

Por descarte, el último en elegir fue Juan Pablo “Devi” De Vigili, quien quedó emparejado con Giuliano Vaschetto. La elección obligada no le impidió mostrarse conforme con el resultado: “Estoy contento, vamos a hacer un buen equipo”, comentó sonriente.

La entrada de los exjugadores no es meramente decorativa. Tal como explicó el conductor, las duplas competirán de manera conjunta en todas las instancias del juego: nominaciones, pruebas y eliminación. Desde este jueves 29 de mayo, cada dupla votará como una sola entidad, lo que altera la dinámica anterior basada en estrategias individuales.

El lunes 2 de junio se concretará la primera expulsión bajo este formato. La dupla con menor apoyo abandonará la casa en conjunto, aunque más adelante se espera que el sistema vuelva a individualizarse. Mientras tanto, el vínculo entre cada pareja puede ser determinante.

Otro aspecto fundamental de esta etapa es la introducción de un premio extra: quienes logren mantenerse hasta el final, recibirán un reconocimiento especial por parte de la producción, que alcanzará tanto al jugador titular como al exconcursante que lo acompaña.